La renovación de Rubén Baraja se está alargando más de lo esperado en el tiempo, pero todo apunta a que se terminará dando. La principal diferencia que hay ahora mismo entre las partes es el salario que Manuel García Quilón -su agente- propuso al club en una contraoferta tras la primera reunión, que fue el pasado 27 de mayo, hace ahora 11 días. La intención del Valencia CF es que todo llegue a buen puerto, pero antes se deben solucionar esas diferencias económicas con la última propuesta del Pipo.
Por lo demás, parece que el Valencia CF sí que le asegura a Rubén Baraja sus otras dos condiciones para renovar. La primera tenía que ver con un aspecto contractual: extender su vinculación solo un año más, hasta 2026. La segunda, con tener unas mínimas de un equipo competitivo la próxima temporada. Hasta ahí, todo está correcto y lo único que queda por aclarar es el salario, que es donde están las diferencias entre las partes.
Como ya adelantó ElDesmarque, Rubén Baraja puso tres condiciones para ampliar su contrato tras la exitosa campaña pasada. La primera, ampliar sólo un año más hasta 2026, para ir viendo el proyecto poco a poco. La segunda, que le ofrecieran garantías de tener un equipo con garantías mínimas para competir y, la tercera, una mejora de su salario y del de su cuerpo técnico, que está pendiente de una incorporación tras el adiós de Toni Seligrat. En cuanto a las dos primeras no hay problema y, en las dos reuniones presenciales, así como numerosas llamadas entre el agente del entrenador, Manuel García Quilón, y el club, parecen haber quedado claras. El problema es el sueldo, donde Quilón hizo una contraoferta al club que todavía no ha aceptado y que espera rebajar. Están el clásico tira y afloja de cualquier negociación pero las sensaciones por ambas partes son muy buenas.
Es más, todos están convencidos en que habrá fumata blanca. Si bien es cierto, no con la rapidez deseada.
Hay que tener en cuenta, eso sí, que Rubén Baraja tiene contrato en vigor un año más y que su deseo es seguir; pero eso no implica que quiera ampliar a cualquier precio. En el otro lado está el club, que desea que Baraja sea la piedra angular de su proyecto pero que no quiere alcanzar la cantidad que le pide el representante del técnico por seguir. Las diferencias existen, no son insalvables y hay fe en que se solventarán, pero ahora no está cerrado y esta operación no es una más. Atar al líder del proyecto es clave para después cerrar a Luis Rioja, decidir qué hacer con Peter Federico...
Rubén Baraja no solo ha conseguido el objetivo de la salvación dos temporadas seguidas, sino que está provocando que los chavales en los que confió desde el primer momento no dejen de crecer. También sus valores de mercado. Justamente, este viernes Transfermarkt ha actualizado las cotizaciones de los jugadores del Valencia CF, que crecen como la espuma.
La plantilla ya vale 240 millones y la Quinta del Pipo es la base de este valor de mercado: