Andryi Lunin es este verano uno de los nombres propios del Real Madrid. El meta ucraniano ha vuelto de vacaciones tras vivir un amargo final de temporada, al ser Thibaut Courtois el elegido para defender la portería blanca en la final de Champions y tras su decepcionante papel con Ucrania en la Eurocopa.
Y ahora, en una entrevista en Marca, ha hablado de cómo ha vivido la ausencia de Thibaut Courtois y su posterior vuelta en el tramo final, en la que fue elegido por Ancelotti para la final mientras él esperó en el banquillo.
"Mentalmente, el Madrid es exigente para todos. ¿Cómo contarlo?. Me preparé mentalmente para ser el segundo portero y estar listo cuando hiciera falta, por si Tibu tenía alguna molestia. Pero luego se lesionó Courtois, que le pasó lo peor que le podía pasar. Fue una desgracia, porque él siempre me ha dado ánimos y apoyo. En ese momento yo le apoyé también porque se lo merece como nadie, aunque para mí pudiera ser una oportunidad", señaló.
"A partir de ahí, intenté hacer todo para demostrar que conmigo también se podía ganar, que puedo ser el número 1, que conmigo también se puede estar tranquilo. Los dos primeros partidos de Liga salieron de diez, pero luego el míster tomó decisiones y me tocó ser segundo portero. Otra vez me tocó trabajar y esperar. Mi mujer me ayudó mentalmente mucho, como siempre estos años, gracias a ella nunca he estado deprimido... Por eso, cuando se lesionó Kepa en el calentamiento, estaba listo. Y ese día tuve suerte, porque paré un penalti que me dio mucha confianza y un subidón de adrenalina. Intenté demostrar que conmigo se pueden ganar cosas importantes, que estoy preparado para las cosas grandes. Es lo que quiero, para lo que trabajo día a día", añadió.
"Estaba con fiebre, muy mal... Estuve realmente mal dos días, pensaba que me iba a morir. Al tercer día ya estaba mejor y quería entrenar con el equipo. Fui a Valdebebas, pero me hicieron un test y me dijeron que era contagioso. Por precaución me apartaron, pero menos mal que al final pude estar allí, calentar con el equipo, estar en el banquillo, celebrar en el césped... Me hubiera gustado no haber pasado por esto y haber preparado la final con mis compañeros y haber podido jugar la final, porque pasar todo el camino largo y difícil y no jugar...", apuntó.
Además, Lunin también cuenta que al principio no se angustió con su situación, cuando se encontraba realmente enfermo, y que Ancelotti no le comentó nada antes del partido sobre su suplencia.
"Cuando estaba realmente enfermo, no. Estaba tranquilo, porque pensaba que cuando pasara lo mal pues podría entrenar. No pasa nada por estar dos días fuera y entrenar los cuatro previos al partido, pero cuando me dijeron que me tenía que quedar en casa", desveló.
"No lo sé, Ancelotti no me dijo nada porque no estaba allí. Le puedes preguntar al míster", añadió.