Álvaro Morata está viviendo sus últimas horas como jugador del Atlético de Madrid. O al menos eso parece, pues con el delantero nunca se sabe. Llegó a tener pie y medio fuera hace un año, pero acabó renovando... dos veces. Llegó a dar el sí al Al-Qadisiyah de Arabia Saudí hace dos semanas, pero poco después anunció que se quedaba en el equipo rojiblanco. Duró poco, pues en cuestión de cinco días abrió la puerta su salida para ahora, parece que de manera definitiva, aceptar su fichaje por el AC Milan.
Estos tres últimos acontecimientos han sucedido en cuestión de 15 días, mientras el madrileño disputaba y ganaba la Eurocopa con España, levantando el título como capitán el Berlín. Durante esa concentración, que ha durado más de un mes, ha dado un sinfín de entrevistas en la que se ha mostrado enfadado por las críticas recibidas desde España y ha asegurado que en otros países hay más respeto y le tratan mejor.
El delantero, que ha llegado a admitir que ha necesitado ayuda psicológica y se ha apoyado en Bojan Krkic y Andrés Iniesta, ha dado muchos vaivenes estos días.
El 1 de julio, Relevo aseguraba que Morata había dado el visto bueno a su fichaje por el Al Qadsiah entrenado por Míchel, que además acababa de cerrar la llegada de Nacho. El club árabe estaba dispuesto a pagarle cerca de 40 millones por tres años de contrato.
Se llegó a dar por hecho que se iba, pero todo saltó por los aires un día después, el 2 de julio. "No puedo imaginar lo que tiene que ser ganar con esta camiseta y no voy a parar hasta conseguirlo", publicó el jugador junto al Atlético de Madrid en Instagram. Había dado marcha atrás por motivos familiares y quería seguir en el cuadro rojiblanco. O al menos eso parecía.
Porque sólo cinco días después, Morata volvió a abrir la puerta en una entrevista con ElDesmarque: "En el fútbol no hay nada seguro". Zlatan Ibrahimovic le había llamado para llevárselo al AC Milan y el jugador empezaba a valorar su posible regreso a Italia.
Un regreso que parece confirmarse. Este lunes se cerró el acuerdo entre Morata y el Milan: un contrato de cuatro años y el pago de su cláusula, que asciende a 14 millones de euros. En teoría, se marchará a Italia en las próximas horas, aunque con Álvaro nunca hay que descartar un nuevo giro de guion.