Lucién Agoumé apuesta por el Sevilla

Lucién Agoumé quiere jugar en el Sevilla. Esa es la gran baza que tiene Víctor Orta, director deportivo blanquirrojo, para cerrar el retorno del mediocampista y esa es, principalmente, una de las razones para que, tras varias semanas en stand by, el francés vuelva a ser una opción muy real en el mercado de fichajes del Sánchez-Pizjuán.

No hay ofertas ni equipos que hagan dudar a Lucién Agoumé. Tal y como ha adelantado TMW, Sevilla e Inter han retomado los contactos para cerrar la vuelta del mediocampista a España, un negocio que no necesitará demasiado tiempo con el centrocampista porque él, al menos hasta ahora, lo tiene claro.

Según ha podido conocer ElDesmarque, una de las grandes bazas que tiene el Sevilla en esta operación -que aseguran a este medio que aún no está, ni mucho menos, cerrada- es el deseo del futbolista. Desde que el centrocampista volvió a Italia, ha ido descartando, una a una, los ofrecimientos presentados y ha dejado claro que su único deseo es volver al Sánchez-Pizjuán.

Tras seis meses en Andalucía, Lucién Agoumé tenía claro que el Sevilla era el equipo ideal para recuperar el nivel que un día le colocó en el escaparate mundial. Sabe que el entrenador es nuevo, sabe que habrá muchos compañeros nuevos, pero el francés está tan motivado como estaba en enero.

Las razones de Lucién Agoumé para apostar por el Sevilla

Cree que su fútbol se puede adaptar a la idea de García Pimienta y cree que a su edad (22 años) el Sánchez-Pizjuán, a pesar de la ausencia de competición europea, es el lugar ideal para volver a la élite.

El futbolista, aunque no haya Europa League ni Conference League, valora notablemente competir en LALIGA, en un proyecto que se reinicia y en el que, además, conoce a muchos de sus compañeros, las instalaciones y la ciudad. No sería empezar de cero.

Es por ello que el futbolista ha apostado firmemente por el Sevilla. Lo hizo hasta cuando Víctor Orta aseguraba que las peticiones del Inter estaban lejos de lo que podían ofrecer en Nervión.

Él confiaba; el Sevilla confiaba; y el Inter, que esperaba más, estaría cerca de aceptar el gran deseo de su todavía jugador.