El nuevo rol de Tomás Alarcón en la plantilla del Cádiz: sus opciones de seguir

La continuidad de algunos jugadores del Cádiz está en el aire, pero se pueden dar circunstancias con las que no se contaban. Eso ha pasado en el caso de Chust, al que colocaban en varios equipos y siempre con la certeza de que no iba a seguir de amarillo. Ahora el valenciano debe ser un estandarte del nuevo proyecto del club cadista.

Un jugador que algunos contaban también salida segura era Tomás Alarcón, pero va ganando enteros para formar parte de la plantilla. El chileno está convenciendo a Paco López en los entrenamientos y en los amistosos y las opciones de que no se marche van aumentando.

El centrocampista tiene contrato en vigor hasta 2025 y eso podía hacer pensar que al club le podría interesar sacar tajada con algún traspaso, pero en este momento se antepone el interés deportivo. El entrenador cadista considera que puede ser muy útil en esa posición del centro del campo por su intensidad y buen pie.

El hecho de que ya tenga la nacionalidad española también corre a su favor porque su presencia no condiciona otros movimientos de la plantilla. Tras la marcha de Arzamendia, el único jugador extracomunitario es Brian Ocampo, con quien se cuenta al ciento por ciento de cara a la próxima campaña.

De más a menos

Alarcón había tenido protagonismo a su llegada al club cuando estaba Cervera en el banquillo. Demostró ser un jugador dinámico y su aportación era interesante. Pero nunca terminó de convencer a Sergio González, que no le dio minutos y tuvo que buscárselos en forma de cesiones. Primero el Zaragoza y después el Cartagena fueron sus destinos.

Tras una mala etapa en tierras aragonesas, después sí elevó mucho su nivel en el Efesé, donde fue clave para conseguir la permanencia en la pasada campaña. Ahora tiene la oportunidad de hacerse un hueco en un aspirante a estar en la zona alta de la tabla.