El Levante ha anunciado que no iba a dar la convocatoria hasta instantes previos al encuentro en El Molinón, pero se han despejado incógnitas con la inscripción de Andrés García (2), Cabello (14) y Carlos Álvarez (24), coincidiendo con el desplazamiento del equipo rumbo a Asturias. Tres jugadores que la temporada pasada tuvieron 'ficha B' y que ahora cambian de estatus para ser, de nuevo, importantes. Además, los tres apuntan al once inicial. El que no estará, y eso que había sido primordial en pretemporada, será Pablo Martínez, cuya salida de Orriols está cada vez más cerca.
Con Andrés García, Cabello y Carlos Álvarez son 16 jugadores de la primera plantilla junto a Andrés Fernández (1), Dela (4), Elgezabal (5), Kochorashvili (6), Brugué (7), Algobia (8), Iván Romero (9), Morales (11), Óscar Clemente (17), Oriol Rey (20), Sergio Lozano (21) y Bouldini (22) como inscritos en la aplicación de LaLiga, además del lesionado Fabrício Santos (12).
El que no ha viajado a Gijón, como ha adelantado Ser Deportivos Valencia, es Pablo Martínez. El segundo de los cuatro capitanes de la primera plantilla, no ha trabajado esta mañana a las órdenes de Julián Calero y su operación de traspaso se acelera por la necesidad financiera que atraviesa el Levante; todavía más tras truncarse el acuerdo entre el Almería y la Atalanta que hubiera generado una plusvalía clave para deshacer el problema de las inscripciones.
El Levante espera el movimiento definitivo de unos de esos clubes que lo tienen en su agenda (Valladolid, que hizo un movimiento insuficiente, Alavés, Osasuna, Espanyol y Valencia son alguno de esos escudos de Primera que podría lucir) y cerrar la mejor operación; tanto en el fijo de traspaso (entre 1,5 y 2 millones de euros), así como la posibilidad de incluir un porcentaje de una futura venta como en los casos de Buba Sangare y Alejandro Cantero.
El todavía '10', un dorsal que terminará luciendo Iborra cuando se cierre el traspaso del centrocampista madrileño, ha sido el mejor jugador de la pretemporada. Su relevancia en el nuevo engranaje de Julián Calero ha sido igual de importante que la necesidad de tener que hacer caja por él. Por mucho que el propio entrenador se resistía a tener que decirle adiós. Ninguna de las partes querían llegar a la situación de tener que dejar a Pablo, uno de los que falta por inscribir, fuera de la expedición a Gijón para no correr riesgos.
Pablo Martínez, con contrato hasta 2026 y 80 millones de cláusula, ha dejado a un lado su futuro inmediato que apunta a Primera División y se ha erigido como el jugador más determinante, con tres tantos, en estos siete amistosos de pretemporada, con cinco victorias (ante Castellón, Qatar SC, Villarreal B, Real Zaragoza y Elche) y dos empates (contra Deportivo Alavés y Valencia). Con Pablo Martínez y sin Iborra, que todavía no está inscrito, el primer capitán en el estreno de Liga sería Morales.
Por mucho que Calero quería, esperaba y deseaba que Pablo Martínez se quedara en el equipo, el desenlace será diferente; no solamente para poder terminar de cuadrar el problemón de las inscripciones sino también para satisfacer los perfiles que todavía faltan para reforzar la plantilla en la parcela defensiva: un central, un lateral derecho y un lateral izquierdo. "Atrás andamos justos de efectivos. La dirección deportiva está trabajando y mucho por conseguir refuerzos y no puedes hacer lo que quieras. Dentro de lo que sabemos, me gustaría encontrar equilibrios y seguridad atrás, que nos falta un empujón", declaró Calero en la previa de este estreno liguero en El Molinón de Gijón. Habrá entradas y la de Pablo Martínez, en principio, no será la última salida antes del cierre de la ventana de verano.