La única nota positiva del partido ante el Zaragoza fue la confirmación de que Brian Ocampo puede volver a ser un jugador decisivo en el Cádiz. Desde que salió asumió la responsabilidad de llevar la iniciativa y fue el jugador amarillo que más desequilibró entrando desde el costado izquierdo.
Mucho se ha hablado este verano sobre el supuesto deseo de Ocampo de jugar en Nacional. El presidente del club de Montevideo, Alejandro Balbi, ha hecho constantes declaraciones hablando sobre la intención del extremo en regresar al conjunto uruguayo en una actitud éticamente discutible por ser un futbolista con contrato en vigor con el Cádiz.
Pero, a día de hoy, Ocampo no ha trasladado al Cádiz su deseo de abandonar el club. Desde que llegó después de disputar la Copa América el jugador ha estado centrado en los entrenamientos y no ha puesto sobre la mesa una posible salida. Estuvo al corriente de la propuesta de Talleres de Córdoba, que pidió su cesión, y mostró su rechazo a la misma.
En el Cádiz se sabe que el uruguayo es una persona introvertida y no se puede tener la certeza absoluta de lo que puede pasar hasta el cierre del mercado, pero ni el club ni el jugador han movido ficha hasta el momento para separar sus caminos. También el Flamengo brasileño mostró su interés en Ocampo, pero la cosa no pasó de ahí.
A 18 de agosto todo apunta a que seguirá en el Cádiz y ahora el jugador tendrá que mantener esa actitud positiva del partido del viernes. Y habrá que ver si Paco López se decide a darle la titularidad viendo que es un jugador necesario en un equipo que no está sobrado de imaginación en su ataque.