El Barcelona ya empieza a mover el mercado del año que viene para reforzar la plantilla. Muchos nombres encima de la mesa, pero el problema del fair-play financiero al acecho. Pese a ello, los nombres de Alphonso Davies, al que también interesa el Real Madrid, y el de Kvaratskhelia son lo que más fuerza tienen.
El lateral del Bayern gusta mucho a Hansi Flick, pero parece un fichaje imposible por su interés de fichar por el conjunto blanco. El georgiano, por su parte, es quién desea fichar por el Barcelona y se habla desde Italia que ya estaría en negociaciones con el conjunto catalán.
El futbolista georgiano tiene contrato hasta el año 2027. En un primer momento, la intención de Kvaratskhelia era de alargar su vínculo con el Nápoles, quién está poniendo trabas. Pese a ello, según explica 'La Gazzeta dello Sport', jugador y club han roto negociaciones y su salida parece cada vez más cerca.
Kvaratskhelia es uno de los jugadores que menos cobra en el equipo, recibiendo tan sólo 1.2 millones de euros netos por temporada. El extremo ha pedido una mejora salarial e incluso ha exigido que se le cambie su salario de manera retroactiva con la intención de recibir el dinero que se merece. El Nápoles no está por la labor y la situación se ha estancado.
Por ahora, el club de la Serie A tan sólo ha ofrecido un salario de cinco millones, eso sí, con una cláusula de rescisión de 130 millones. Una cláusula que ni el jugador ni su agente aceptan, por lo que han tomado una decisión. El representante se ha puesto en contacto con el Barcelona con la intención de retomar las negociaciones que tuvieron hace un año.
El perfil de Kvaratskhelia gusta mucho a la dirección deportiva del Barcelona y creen que encaja a la perfección en el costado izquierdo del equipo. Su estilo de juego además sería una ventaja para un Hansi Flick al que le encantan los extremos puros.
Pese a ello, el precio es un problema. El equipo catalán no está en su mejor momento económico y no está dispuesto a desembolsar 80 millones de euros por un jugador que termina contrato en dos temporadas. Además, delante tienen a un duro negociador. Aurelio de Laurentïis no es el mejor presidente para negociar sobre un jugador y creen que lo mejor es esperar a que haya un precio fijo o, en todo caso, que el jugador sea el que tome las cartas en el asunto.