Para el Cádiz es fundamental sacar adelante los próximos partidos y poder respirar algo más tranquilo en la tabla. La llegada de Gaizka Garitano es una apuesta para que el equipo juegue de una vez a lo que demanda la categoría: nada de jugar tan abierto y ser más fuerte en el plano defensivo. Pero la intención del club es que los cambios vayan más allá de la llegada de otro entrenador.
En el mercado de enero tiene que haber bastantes movimientos. Ya es archisabido que el Cádiz pretende que se produzcan varias salidas para rebajar el número de integrantes de la plantilla. Y también se trabaja en la incorporación de algún jugador para apuntalar la parcela donde se está mostrando más frágil.
Y a día de hoy es la defensa la que presenta más dudas. La cantidad de goles no es culpa únicamente de los futbolistas que juegan en esa demarcación porque el trabajo debe ser colectivo, pero la intención es que lleguen en el mercado invernal algunos futbolistas que apuntalen esa zona.
No se puede descartar que lleguen dos laterales, uno para cada perfil, y puede que también un central. Hay que tener en cuenta que Luis Hernández va a disponer de una ficha y será una novedad con respecto al equipo que está jugando en la actualidad. Si el madrileño está bien, le darla solidez al Cádiz con su experiencia.
La primera tarea de Garitano es frenar esa hemorragia en forma de goles encajados porque por ahí se va al sumidero todo el trabajo que hace el equipo. El entrenador quiere darle herramientas a sus jugadores para que que cada ataque del rival no sea una pesadilla. Líneas más juntas, máxima concentración y quizá llegar menos en ataque para conseguir que el equipo deje de ser tan asequible para todos sus adversarios.