Rubén Albés ya ha anticipado en la rueda de prensa de este viernes que el Real Sporting está en el mercado. La prioridad está clara: un extremo vertical y con capacidad para encarar. El nombre de Pejiño, de la UD Las Palmas, ha sido el primero en salir a la palestra.
Pero las lesiones de Diego Sánchez y de Eric Curbelo en este primer tramo de temporada también han puesto el foco en la posibilidad de reforzar la defensa con algún otro central. Sin ser una prioridad, la dirección deportiva no pierde de vista al mercado para intentar encontrar alguna opción asequible y que pueda complementar a los zagueros con los que cuenta el técnico vigués.
Uno de los jugadores a los que sigue de cerca la dirección deportiva, y cuyo fichaje ya se planteó en verano, es el de Pelayo Fernández. El hijo de Sergio se decantó por el Rayo Vallecano, que le ofreció un contrato largo, pero tal y como sucede con Pedro Díaz su protagonismo es residual. No ha jugado en liga, pero sí en los dos partidos de Copa del Rey.
Asentado en la zona media de la tabla de LALIGA EA SPORTS el Rayo Vallecano no quiere pasar apuros en la segunda vuelta y busca refuerzos. Uno de los fichajes que persiguen es el de Jesús Vallejo, pero tienen que hacerle hueco y Pelayo Fernández es el que más papeletas tiene de abandonar el club debido a su nulo protagonismo.
Con contrato hasta 2028 es prácticamente imposible que rescinda o que salga traspasado, así que todo pasa por una posible cesión en LALIGA HYPERMOTION ya que su salario es asumible para muchos de los equipos de la categoría.
Su posible incorporación, en todo caso, no cristalizaría -posiblemente- hasta los últimos días de mercado y después de que que se cerrase el fichaje del extremo deseado.