El próximo sábado dará comienzo en Estados Unidos una nueva edición de la Copa Oro, la competición más importante a nivel de selecciones de la CONCACAF- la federación de fútbol de Norteamérica, Caribe y Centroamérica-.
El gigante americano volverá a albergar la competición como ha venido haciendo desde 1991, aunque en algunas ediciones, Estados Unidos ha gozado de la colaboración de países vecinos como Canadá o México. En la edición de 2017, serán 12 los equipos participantes y 13 las ciudades que ejercerán como anfitrionas del torneo. Los estadios, repartidos indistintamente por todo el territorio del país norteamericano, son en su mayoría usados habitualmente como campos donde se practica el fútbol americano, y que serán acondicionados para este torneo. Sólo los estadios de Harrison, en Nueva Jersey, Frisco, en Dallas y Houston ejercen como casa de equipos que disputan la Major League Soccer, principal competición de 'soccer' -como se conoce al fútbol en Estados Unidos- del país. Será además la primera vez en la que se podrán ver partidos de la Copa de Oro en los estadios de Cleveland, Nashville y San Francisco.
La Copa de Oro sustituye desde 1991 a diferentes torneos de selecciones de la zona que disputaban combinados nacionales de la zona como la Copa CCCF y a la Copa NACF. Antes de la instauración de la Copa de Oro, el campeón de las eliminatorias que dan acceso al Mundial, era considerado campeón de la CONCACAF. Hasta 2007, la CONCACAF invitaba a selecciones de otras confederaciones a participar en el torneo al igual que hace por ejemplo la CONMEBOL con la Copa América con el único objetivo de copar todas las plazas. Desde el mencionado año, se decidió que sólo participaran en el torneo los equipos que pertenecieran a la CONCACAF.
Al disputarse cada dos años, una edición se disputa un año antes del Mundial y la siguiente un año después. Hasta la edición de 2013, el campeón de la edición posterior al Mundial acudía directamente a la Copa Confederaciones, pero desde aquella edición, vencedores de la edición anterior y posterior al Mundial -en este caso 2017 y 2019- disputan la llamada Copa CONCACAF, que sí da acceso desde esa última modificación a la Copa Confederaciones, que en su próxima edición se disputará en Catar en 2021.
México, Canada y Estados Unidos tienen asegurada año a año su participación en el torneo, mientras que cuatro equipos acceden al torneo mediante la Copa Caribe y otros cuatro a través de la Copa Centroamérica. El quinto clasificado de la Copa Caribe y el quinto de la Copa Centroamérica disputan una eliminatoria que otorga a su vencedor la plaza restante. A México, Canadá y Estados Unidos se les han sumado las selecciones de Nicaragua, Curazao, Guyana Francesa, Honduras, Costa Rica, Martinica, Jamaica, Panamá y El Salvador para la edición de 2017.
México con 10 títulos es la dominadora del torneo, Estados Unidos le sigue con cinco y Costa Rica completa el podio con tres
México es la absoluta dominadora del torneo con diez entorchados, cinco más que su más inmediato perseguidor, Estados Unidos, que acumula cinco títulos. Costa Rica completa el podio con tres títulos conseguidos. La selección azteca es además la vigente campeona del torneo y defiende el título con una plantilla compuesta al completo por jugadores de la liga nacional dado que México ha disputado la Copa Confederaciones este mismo verano. Luis Reyes, jugador de Atlas, es el único futbolista que repite convocatoria. Además Edson Álvarez y Alejandro Mayorga estuvieron con el resto de la expedición mexicana en Rusia a pesar de no estar convocados para la cita.
La anfitriona, Estados Unidos presenta una lista algo más reconocible, compuesta en su mayoría por jugadores de la MLS, a pesar de que el seleccionador Bruce Arena también ha dejado fuera de la misma a jugadores importantes como Pulisic, Howard, Dempsey o Bradley. Jugadores como Zusi, Guzan, Bedoya han estado con el combinado de las barras y estrellas en la Copa del Mundo y gozan de una experiencia que servirá de base para jóvenes promesas como Zardes, Miazga, Saief o Agudelo.
Costa Rica, con algunas bajas importantes como Keylor Navas y Borges, parte desde el segundo escalón de favoritos. El combinado tico si que contará con jugadores importantes en sus filas como Joel Campbell o Bryan Ruiz, que quieren ayudar a su selección a conseguir un título que se les resiste desde que el trofeo se disputaba con el antiguo formato de liguilla en 1989.