Las guerreras no descansan. Apenas quince hora después de que la colegiada chilena María Belén Carvajal pitará el final de la histórica victoria de España frente a Sudáfrica, la selección femenina ya tiene puesta la mente en el que será su próximo rival: Alemania. No hay tiempo para descansar ni para celebrar. El próximo encuentro está a la vuelta de la esquina y exigirá mucho más que las chicas de Desiree Ellis.
Por eso, las jugadoras de Jorge Vilda, está mañana a las 11.00 horas, ya saltaban al campo de entrenamiento conscientes de que solo quedan cuatro días para la verdadera prueba de este Mundial. La todopoderosa Alemania. Eso sí, era inevitable hacerlo con la sonrisa y sin la presión de haber conseguido escribir ya una de las páginas de la historia de nuestro fútbol femenino. Fue una sesión de recuperación, especialmente de las titulares, que incluso se animaron a jugar al tenis de mesa, y todo entre sonrisas y satisfacción tras haber hecho bien los deberes.
Y sin tiempo de mucho más que atender a los medios y comer, la plantilla puso rumbo al que será su segundo cuartel general en este Mundial de Francia 2019: Lille. La selección española de fútbol femenino ha elegido esta histórica ciudad de la alta Francia para pasar los días previos a la segunda cita de la fase de grupos.
Solo quedan dos días -dos entrenamientos- por delante para que Jorge Vilda prepare la batalla más importante de todas y seguir dando pasos adelante en este sueño mundialista. También para seguir revolucionando el fútbol femenino de nuestro país. Ahora toca descansar y aclarar las ideas, dejando ya atrás la euforia de la remontada ante Sudáfrica. La cosa se pone seria.