Barcelona-Le Havre: 2.400 kilómetros por Vicky Losada

Vicky Losada es historia viva de nuestra selección. La jugadora tarrasense escribió una de las páginas más bonitas de la historia al ser la primera española en marcar un Mundial de fútbol. Es el motor y la directora de orquesta de la medular del Barça y, por supuesto, también de la selección. Su fútbol es de sobra conocido por todos.

También es líder dentro y fuera del campo. No solo con sus compañeras, también con aquellos que la siguen de cerca. "Vicky es espléndida. Es capitana en todas sus facetas, en el campo con las compañeras y en la calle porque sabe ser líder... La chica es genial. Lo mejor que tiene es la cercanía. Te puedes acercar a ella sin miedo, es una chica es muy agradable y muy simpática".

Y debe de serlo. Debe de tener esa magia capaz de provocar que dos padres se recorran Francia entera -más de 2.400 kilómetros desde Barcelona- para que su hija pueda disfrutar de una de sus ídolas. Es la historia de Mónica, José Manuel y su hija Cynthia.

Cynthia juega en el U. D Cirera de Mataro. Y el fútbol es su pasión desde que tiene tres años. También es fiel seguidora del Barça femenino. "Siempre que hemos podido compaginar que ella jugara con ir a ver a las chicas del Barcelona, lo hemos hecho. De ir viéndolas en el Miniestadi, las esperas a la salida, vas hablando con ellas, te haces fotos... y así se enteró de que había un campus de Vicky el verano pasado y se apuntó", así empezó la historia de Vicky Losada con Mónica y su familia.

Ese campus fue el punto de partida de una relación que se ha prolongado hasta este Mundial. "Era un campus muy pequeño. Había 15 ó 18 niñas e hicieron mucha piña con ella. Lo hicieron muy cercano. Ella estuvo todo el campus con las niñas. Se hicieron muy amigas y mi hija desde entonces sigue a Vicky", cuenta Mónica. Tanto es así que Cynthia junto a su amiga Zaida decidieron crear, tras ese campus, una página para Facebook y Twitter con el nombre de 'Losaders'.

No importan las horas, los kilómetros o el país para poder ver a Vicky Losada. También estuvieron en el Wanda Metropolitano y en el Ciutat de Valencia para ver un partido de LaLiga Iberdrola. Lo que transmite la centrocampista va mucho más allá de lo que demuestra sobre el césped. La familia ha recorrido diez horas en coche desde Barcelona hasta Le Havre: "Le dijimos que habíamos comprado entradas para subir a verla. Nos invitó al entreno. No paramos ni para comer porque sino no llegábamos al entrenamiento. Cuando acabó pidió permiso para salir a saludarnos y estuvo con nosotros".

También Vicky estuvo con esta familia barcelonesa al terminar la histórica victoria de la selección en este Mundial de Francia. La centrocampista es cercana y fiel a los suyos. "Al acabar el partido se acercó. Y luego fuera, en el autobús, no podíamos pasar. Vicky salió para dejarnos entrar y pudimos saludarla", cuenta Mónica. Esa es Vicky. Siempre cercana, siempre sencilla, siempre agradecida. Una capitana de corazón tanto dentro como fuera de los terrenos de juegos.