La selección femenina de fútbol ha vuelto a hacer historia en el estadio de Océane. Las jugadoras de Jorge Vilda han conseguido un valioso billete a octavos, algo que nunca se había conseguido, tras empatar ante China en el tercer partido de la fase de grupos en el estadio de Océane.
La gesta se ha vuelto a repetir en un estadio talismán ya para la selección, aquí también consiguió su primera victoria en un Mundial. Le Havre amaneció una mañana más vestida de gala para la cita mundialista. En las calles de esta ciudad normanda se respira el aroma del fútbol femenino. Cada rincón te recuerda que Le Havre vive estos días la gran fiesta del fútbol.
Los edificios se adornaron con grandes lonas del Mundial, los locales se vistieron con carteles y hasta las paradas de autobuses te hacían respirar el aire mundialista. Aficionados de ambos equipos se desplazaron hasta la fan zone, pero en las gradas fueron los seguidores españoles los grandes protagonistas.
El estadio galo vivió la mejor entrada de aficionados españoles en lo que llevamos de Mundial. Las camisetas y las banderas de España poblaban las gradas y de los 11.814 aficionados, los grandes protagonistas fueron la afición nacional. El estadio, en el partido anterior sumido en el silencio, vivió los animosos cánticos de la hinchada española.
Las jugadoras de Vilda volvieron a lucir su juego e hicieron vibrar a los aficionados que copaban las gradas del estadio luso. Un empate histórico que todo el estadio celebró por todo lo alto.