La selección española femenina llegó este martes a casa arropada por decenas de medios de comunicación y aficionados, que se desplazaron hasta el aeropuerto de Madrid para dar la bienvenida a las internacionales de Jorge Vilda tras su participación en el Mundial de Francia.
Una estampa a la que no están nada acostumbradas las jugadoras españolas. En todas sus declaraciones y entrevistas dejan entrever su agradecimiento y su orgullo por conseguir que el fútbol femenino esté en boca de todos en este país. Y más después de que la selección pusiera contra las cuerdas a la máxima potencia mundial, Estados Unidos, y dejara a miles de aficionados pegados a la pantalla en los octavos de final del campeonato mundialista.
El crecimiento de la selección femenina es innegable. Desde aquel Mundial de Canadá han cambiado mucho las cosas dentro de la selección. Desde entonces, nuestra selección ha sabido trabajar y mejorar para ilusionar a un país entero. No es casualidad que la selección haya tenido en su aventura en el Mundial de Francia 22 medios de comunicación españoles desplazados. Una cifra muy lejana de aquellos cinco medios que se desplazaron hasta Canadá hace cuatro años. Un simple reflejo más de que el crecimiento de nuestra selección y el fútbol femenino en España está siendo más que significativo.
Que el fútbol femenino español está entrando en otra dimensión es una certeza. Ahora toca seguir trabajando por parte de las instituciones y organismos correspondientes. Ellas han hecho, y seguirán haciéndolo, su trabajo sobre el césped, pero lo institucional aún queda mucho por hacer. Regularizar la situación de las futbolistas, buena parte de ellas tienen contratos laborales de diez horas, para poder entrar realmente en una dimensión de nivel en el fútbol femenino.