Ante la dura crítica dirigida a España por firmar el peor estreno de un campeón del mundo con el 1-5 ante Holanda, Sergio Ramos tomó la palabra de vuelta a Curitiba, en la sala de prensa de la ciudad deportiva 'Cajú', donde pidió respeto a una generación que lo ha ganado todo.
"Aceptamos la crítica pero sentimos que el 98 por ciento de nuestro país confía en la selección y nos lo hemos ganado con muchos años de trabajo, sacrificio e ilusión. No va faltar ante Chile. No se puede hablar de fin de ciclo porque sería una auténtica locura", manifestó.
Ramos admitió su mal partido pero pidió unión para reaccionar y luchar por clasificarse para octavos. "Ni los halagos me vuelven loco ni las críticas me van a hundir. Asumimos el rol y la situación que tenemos. Ahora es cuando hay que estar más unidos y tirar del carro entre todos".
"No es un día para señalar a nadie individualmente. Esto es un grupo y no hay que señalar a un jugador en concreto. La crítica va a existir porque se espera mucho del campeón del mundo, una selección que no está acostumbrada a perder. Asumimos que la gente se quedó con mal sabor de boca pero hay que confiar en nosotros. Nos vamos a dejar el alma hasta el último segundo", añadió.