Löw recibió muchas críticas por citar solo a Klose como único ariete en su lista de 23, pero ante al combinado luso le ha salido bien la jugada. Müller fue un incordio para los defensas de Portugal (Pepe incluso fue expulsado por un enfrentamiento con el del Bayern), jugó, hizo jugar y metió tres goles. Un total de ocho lleva ya en siete partidos en los Mundiales.
Con las medias bajadas y sin apenas celebrar los goles, Müller quiere al menos igualar la cifra de cinco goles lograda en Sudáfrica y que le permitieron lograr la Bota de Oro. Y todo con Klose a punto de ser el máximo artillero de los Mundiales. Pero Löw prefiere seguir jugando con este falso nueve tan goleador...