La sombra del 'biscotto'

Como en cada cita de gran importancia, con la tercera jornada de una fase de clasificación la sombra del amaño se cierne sobre algunos de los partidos. En esta edición, el partido señalado es el Alemania-Estados Unidos del próximo jueves. Un empate daría a las dos selecciones una clasificación a octavos que aún no tienen asegurada pase lo que pase en el Portugal-Ghana.

Se dan circunstancias muy curiosas alrededor de este partido. La primera es que el seleccionador de Estados Unidos, Jürgen Klinsmann, no sólo es alemán sino que además guarda buena relación con Joachim Löw, técnico del combinado germano. De hecho, el hoy seleccionador fue asistente y relevo del que fuera mítico futbolista del Inter de Milán o Bayern de Múnich en su etapa como seleccionador alemán, concluida tras el Mundial de Alemania de 2006.
Pero hay más. En la selección norteamericana juegan hasta tres futbolistas nacidos dentro de las fronteras germanas y que además juegan allí. Brooks nació en Berlín y juega en el Hertha; Chandler es de Frankfurt y milita en el Nuremberg; mientras que Johnson nació en Múnich y viste la camiseta del Hoffenheim. Por último, el joven de 19 años Julian Green es propiedad del Bayern de Múnich, aunque este sí nació en Estados Unidos, concretamente en Tampa. .
En el último precedente en una gran competición internacional, venció la deportividad. España y Croacia dejaban fuera a Italia con un empate en la Eurocopa de 2012, pero los de Del Bosque ganaron con un gol de Jesús Navas y acabaron viéndose de nuevo las caras con los transalpinos en la final de Kiev.
Eso sí, el ejemplo más escandaloso de ‘biscotto’ en los mundiales tiene como protagonista a Alemania Federal en el Mundial 82. Un empate clasificaba a Alemania Federal y a Austria, y los dos vecinos ‘pactaron’ un 1-0 a favor germano que clasificaba a los dos y que se conoce desde entonces como el ‘escándalo del Molinón’. Argelia fue la gran perjudicada y el diario El Comercio tituló así la sección de sucesos: “Unas cuarenta mil personas, presuntamente estafadas en El Molinón por veintiséis súbditos alemanes y austriacos”.