Cassano, en sus palabras a La Repubblica, se ha mostrado muy picado con su compañero: "No es posible que siempre se esté hablando de moral, de los buenos y de los malos. Estamos comprometidos y trabajamos como los demás, hicimos todo lo que pudimos".
Una muestra de la fricción del vestuario de Italia, que ha dejado fuera del cargo a Cesare Prandelli y al presidente de la Federación Italiana de Fútbol, pero también a piezas importantes en los últimos años como Pirlo y el propio Buffon, que ya están sopesando la posibilidad de no jugar más con su selección.