Los focos del estadio Mohammed Bin Zayed de Abu Dabi se apagaron rítmica y definitivamente mientras los operarios intensificaban la recogida de las secuelas de la última celebración sobre el césped del Real Madrid, el Mundial de Clubes, la rúbrica final al mejor año de la historia de la entidad blanca.
Poco antes del apresurado borrado de huellas del festejo del postrero torneo internacional unos cuantos habían dejado su impronta. Cristiano Ronaldo, Zinedine Zidane o el Real Madrid, que selló en la cancha emiratí un 2017 que será recordado como el más fructífero de todos.
A punto de echar el cierre al año, nadie ha obtenido más éxitos que el club blanco: campeón de la Liga de Campeones, de la Supercopa Europea y del Mundial de Clubes, en el que se impuso al Gremio Porto Alegre, el nuevo rey de la Copa Libertadores. En un curso en el que los honores los acapara el Real Madrid poco queda para el resto. El Manchester United consiguió la Liga Europa y el Independiente argentino el título de la Copa Sudamericana.
El conjunto de Zidane, que alimenta su palmarés a pasos agigantados, empezó a recolectar premios a primeros de junio. El equipo español acudió a Cardiff alentado por la conquista de La Liga española semanas atrás, impulsado por un juego brillante y amparado por la determinación de Cristiano Ronaldo, decisivo con sus goles en el tramo final y en los momentos importantes.
Fue el astro portugués el que lideró con dos goles el logro de la duodécima Copa de Europa del Real Madrid, en una final grandiosa ante el Juventus, que impuso el poder del bloque en el primer acto pero acabó cediendo ante un equipo que es leyenda, el primero en reeditar el título y que firma doblete 59 años después.
Zinedine Zidane situó ya a su Real Madrid en la excelencia con récords de máxima magnitud. El primer entrenador que levanta dos Ligas de Campeones consecutivas con un estilo unido a la elegancia. Acusado de estar aliado con la fortuna en sus primeros pasos. Lo silenció dando un golpe de entrenador en una temporada impecable. Respondiendo con fútbol a la máxima exigencia que le pudo poner un rival como el Juventus, al que venció por 4-1.
Una semana antes, el Manchester United había dado más lustre a su palmarés al ganar, en Solna (Suecia) la Liga Europa, el único título que le faltaba. Fue un triunfo cómodo en una final sin color ante un Ajax desaparecido, sometido sin plantar batalla por los goles de Paul Pogba y Henrij Mkhitaryan.
El Real Madrid y el Manchester United quedaron citados en Skopje, con la Supercopa europea en juego. El 2017 ya había alcanzado su segunda mitad. Pero nada se alteraba en el fútbol del Viejo Continente. El cuadro blanco alargó su fiabilidad en finales europeas. Fue una exhibición futbolística de Isco Alarcón la que alumbró al cuadro de Zidane ante un voluntarioso Manchester United (2-1).
La transformación del Real Madrid, el mayor devorador de títulos del mundo, en cuanto se le presentó el primero de los seis que tiene a tiro esta temporada, dejó en el olvido las malas sensaciones de pretemporada. Su carácter ganador reapareció en Skopje, a pesar de la baja de Cristiano y se prolongó hasta la Supercopa española, donde dejó en evidencia al Barcelona.
El otoño trasladó el protagonismo internacional al fútbol americano. El Gremio de Porto Alegre brasileño se proclamó campeón de la Copa Libertadores por tercera vez en su historia al vencer con soltura a Lanús en Argentina por 1-2, tras haber ganado también en la ida por 1-0. Fernandinho, a los 26 minutos, y Luan, a los 41, hicieron los tantos con los que el equipo de Porto Alegre logró su tercer título, después de las conquistas de 1983 y 1995. Fue el decimoctavo título del fútbol de Brasil en esta competición.
Poco después, fue el Independiente argentino, con un empate 1-1 a domicilio con el Flamengo brasileño, el que consiguió el trofeo de la Copa Sudamericana y repitió la hazaña de 1995, cuando ante el mismo adversario y también en el mítico Maracaná se quedó con el título de la Supercopa Sudamericana.
El "Rey de Copas", que había vencido por 2-1 en el partido de ida de la final la semana pasada en Buenos Aires, supo administrar en el duelo de Río de Janeiro un empate que le permitió conquistar otro título internacional tras siete años de ayuno y sumar su segunda Copa Sudamericana a la del 2010.
Para cuando el Independiente amarró su éxito el fútbol mundial ya se había rendido, un año más, al portugués Cristiano Ronaldo, que logró su quinto Balón de Oro, igualando así al argentino del Barcelona Lionel Messi, con quien mantiene uno de los duelos más palpitantes de la historia del fútbol. Cristiano ha completado un 2017 espectacular con el Real Madrid, con el que ha vencido la Liga de Campeones, LaLiga Santander, la Supercopa de Europa y de España y el Mundial de Clubes, donde también fue decisivo.
El portugués fue el autor del tanto de la final de Abu Dabi ante el Gremio brasileño (1-0) para proclamar campeón del mundo al Real Madrid por sexta vez, tercera desde el cambio de formato al Mundial de Clubes, y para cerrar un 2017 inolvidable para el madridismo, el mejor de su historia con la conquista de cinco títulos.