Los entrenadores extranjeros aún no han conquistado un título mundial con la selección que dirigen. La regla no escrita indica que los títulos los ganan técnicos de la misma nacionalidad del equipo campeón.
Así fue con Alberto Horacio Supicci (Uruguay, 1930), Vittorio Pozzo (Italia, 1934 y 38), Juan López Fontana (Uruguay, 1950), Sepp Herberger (Alemania, 1954), Vicente Feola (Brasil, 1958), Aymore Moreira (Brasil, 1962), Alf Ramsey (Inglaterra, 1966), Mario Zagallo (1970), Helmut Schön (Alemania, 1974), César Menotti (Argentina, 1978), Enzo Bearzot (Italia, 1982), Carlos Bilardo (1986), Franz Beckenbauer (Alemania, 1990), Carlos Alberto Parreira (Brasil, 1994), Aimé Jacquet (Francia, 1998), Luiz Felipe Scolari (Brasil, 2002), Marcello Lippi (Italia, 2006), Vicente del Bosque (España, 2010) y Joachim Löw (Alemania, 2014), los 19 técnicos campeones del mundo.
Tan sólo dos entrenadores pudieron cambiar la norma. El inglés George Raynor, que al frente de la selección sueca ya había ganado la medalla de oro olímpica en Londres 1948, clasificó al conjunto nórdico para la final de 1958, en la que era el anfitrión, pero se topó con la eclosión de Pelé.
Veinte años después, el austriaco Ernst Happel retomó las cenizas de la "naranja mecánica" para conducir a Holanda a la final contra Argentina, pero se cruzó en su camino la Albiceleste de Menotti y le arrebató el título en la prórroga.
En Rusia 2018, más de un tercio de las selecciones participantes tendrán técnicos extranjeros. Los argentinos José Antonio Pizzi (Arabia Saudí), Héctor Cúper (Egipto), Ricardo Gareca (Perú) y José Pekerman (Colombia); los colombianos Juan Carlos Osorio (México) y Hernán Gómez (Panamá), el francés Hervé Renard (Marruecos), el español Roberto Martínez (Bélgica); el holandés Bert van Marwijk (Australia), el croata Vladimir Petkovic (Suiza) y el noruego Age Hareide (Dinamarca).