El Mundial volvía a Europa tras la cita de México. Si bien la idea era que Alemania no acogiera ningún evento hasta después del 2000, el haber acogido las Olimpiadas de 1972 en Múnich, sus buenos papeles en las anteriores citas, su rechazo total a la época del nazismo y su afán de reconstruir Alemania jugaron a su favor. La FIFA se valió nuevamente de las infraestructuras de unos Juegos Olímpicos para montar su torneo.
Las candidaturas de Argentina, sumido en revueltas contra el gobierno peronista, y España, en la recta final del Franquismo, fueron elegidas para las siguientes ediciones.
Los grupos para la fase final se compusieron, por orden de clasificación, de la siguiente forma: en el grupo 1 se encontrarían Alemania Oriental (en su primera y única participación en una fase final de un Mundial), Alemania Occidental, Chile y Australia; en el grupo 2, Yugoslavia, Brasil, Escocia y Zaire; en el grupo 3, Holanda, Suecia, Bulgaria y Uruguay; y en el grupo 4, Polonia, Argentina, Italia y Haití.
El formato del campeonato cambiaría en esta edición: en la segunda fase habría dos grupos, uno con los cuatro primeros, y otro con los cuatro segundos, y los ganadores de cada grupo se enfrentarían en la gran final.
En el grupo de los campeones, ‘la Naranja Mecánica’ de Rinus Michels se proclamaría vencedora tras vencer sus tres partidos, ante Brasil, Alemania Oriental y Argentina, con un juego muy vistoso y técnico, de la mano de los Arie Haan, Johan Neeskens, Piet Keizer y Johan Cruyff.
Por su parte, la Alemania Occidental de Paul Breitner, Franz Beckenbauer, Uli Hoenness, Jupp Heynckes y Gerd Müller hizo lo propio tras vencer a Polonia, Suecia y Yugoslavia en el grupo de los segundos clasificados, practicando un fútbol muy vertical y físico, no exento de talento. Alemania Occidental, la anfitriona, y Holanda, se enfrentarían en una final en la que, por vez primera, un subcampeón sería eternamente recordado
El partido fue visto por el gran público como el enfrentamiento entre el ‘Kaiser’, Franz Beckenbauer, y Johan Cruyff, los capitanes, y considerados mejores jugadores del mundo en aquel momento. Fue un partido muy abierto, con continuas ocasiones por parte de los dos equipos.
Tras el saque inicial, Johan Cruyff protagonizó una conducción en zonas interiores que solo pudo ser frenada, dentro del área, mediante un penalti que transformó Johan Neeskens. El primer balón que tocó Alemania fue el del saque de centro tras recibir el gol. A los 25’ Bernd Hoelzenbein fue derribado en el área holandesa. El inglés John Taylor señalaría otra pena máxima, que esta vez transformaría Paul Breitner para Alemania.
Poco antes del descanso Alemania se adelantaría en el marcador por medio de Gerd Müller. A pesar de las numerosas ocasiones de la segunda mitad, el marcador no se volvería a mover. El gol del ‘Torpedo’ Müller le valió a Alemania Occidental su segunda Copa del Mundo.
Campeón: Alemania Occidental.
Subcampeón: Holanda
Goleador: Grzegorz Lato (Polonia, 7 goles)
Curiosidades: el único enfrentamiento de la historia entre Alemania Occidental y Alemania Oriental se produjo en el Mundial del 74. Fue en el tercer partido de fase de grupos, en el Volksparkstadion de Hamburgo. El encuentro se saldó con 1-0 para Alemania Oriental, con gol de Jürgen Sparwasser, la gran estrella de aquel combinado.