Rubiales se ha cargado a Lopetegui. La noticia que estallaba este martes se ha convertido en una bomba de neutrones. Lopetegui es historia, triste historia de la selección española después de su salida por la puerta de atrás, corriendo por un aeropuerto, sin dar explicaciones, esperando un lugar más favorable para abrir la boca donde las loas sean las más y las preguntas incómodas las menos. Hiciese lo que hiciese Rubiales, iba a recibir críticas. Se puede estar de acuerdo con él o no, pero el que lo ha hecho mal es el ya exseleccionador.
No me pide el cuerpo criticar demasiado al Real Madrid, la verdad. Buscaba entrenador y ya lo tiene. Ha solucionado un problema que estallaba cuando Zidane decía adiós. Eso sí, lecciones de españolidad, banderitas de España y, sobre todo, arrogarse el papel de representante de la madre patria, nunca más. Hay que tener más sensibilidad con la selección española, debemos cuidarla, y más ahora.
A rey muerto, rey puesto. Le toca ahora a Hierro comandar la nave hasta el final del Mundial como mínimo. Y si sale bien la cosa, quizás algo más. Hierro fue un extraordinario futbolista, posiblemente el mejor jugador español en los años 90, pero como entrenador sólo ha dirigido al Oviedo y no le fue demasiado bien. Pero esto no es club, hay un equipo hecho y espectacular, cabe esperar que los jugadores estén con él y que vayan a muerte. Se lo tiene que ganar.