Enzo Francescoli, "el príncipe", fue uno de los jugadores más destacados del Río de la Plata en las décadas de 1980 y 1990, tanto por sus goles defendiendo a la selección uruguaya como por su pasaje por el River Plate argentino, equipo del que es uno de los ídolos más importantes de la historia.
Sin embargo, su trayectoria estuvo marcada no solo por la gloria en el equipo millonario y grandes éxitos, como también por duras derrotas en la Celeste.
El debut de Francescoli como profesional se dio en el Montevideo Wanderers en 1980, club en el que jugó hasta 1982, para luego ser transferido al River Plate.
Sus inicios en Argentina no fueron como lo esperaba, ya que en su primer año el equipo terminó el torneo Metropolitano en la penúltima posición. Sin embargo, un año más tarde comenzó a demostrar su capacidad y fue el máximo goleador del torneo con 24 goles.
En 1985, llegó el primer título con el conjunto millonario al obtener el campeonato de Primera División en el que se destacó como el máximo goleador con 25 anotaciones.
Sus buenos números en el River lo llevaron a Europa, con destacada participación en el Olympique de Marsella (Francia) donde ganó un título local en el único año en el que lo defendió y se transformó en uno de los mayores ídolos del exfutbolista y actual entrenador del Real Madrid, Zinedine Zidane, que dio el nombre de Enzo a su primer hijo.
Pese a que su primera etapa en el equipo millonario tuvo un buen rendimiento, no fue hasta su retorno en 1994 que logró alcanzar el estatus de ídolo y se convirtió en uno de los principales futbolistas de la historia del club.
En ese año, el príncipe uruguayo llevó al River Plate a consagrarse campeón invicto por primera vez en su historia y se convirtió, nuevamente, en el goleador del equipo.
Dos años más tarde, llegaría uno de los momentos más importantes de su carrera cuando, bajo su liderato como capitán del plantel, el River Plate obtuvo la Copa Libertadores de América por segunda vez y con eso logró quedar en las páginas más importantes de la historia de este equipo.
Con la Celeste, Francescoli tuvo una relación complicada ya que, pese a su buen rendimiento y a haber obtenido tres Copa América (1983, 1987 y 1995), en la década de 1990 se desató un conflicto con los jugadores uruguayos que militaban en Europa ya que parte de la afición, con respaldo del técnico de aquella época, Luis Cubilla, insinuaba que estos futbolistas no querían defender a su país.
Pese a todas estas dificultades, que dejaron a Uruguay sin posibilidad de disputar la Copa del Mundo de 1994 en Estados Unidos (luego tampoco clasificaría a Francia 1998), la obtención de la Copa América de Uruguay en 1995, con Francescoli como capitán y mejor jugador del torneo, sirvió como una reconciliación para el jugador.
El "Príncipe" también defendió a su selección en los mundiales de México 1986 e Italia 1990, pero en ambas oportunidades su equipo fue eliminado en octavos de final.
Tras su retiro del deporte, se dedicó al mundo empresarial y fue uno de los fundadores de la empresa de televisión internacional, con sede en Estados Unidos, GolTV, aunque años más tarde el destino lo cruzaría nuevamente con el club en el que hizo historia.
Desde 2014, el ídolo charrúa fue designado como mánager del River Plate y fue el encargado de traer al club a Marcelo Gallardo, otro ídolo millonario, como técnico de la institución.
A partir de allí, el River Plate obtuvo la Copa Sudamericana en 2014, la Recopa Sudamericana, la Libertadores y la Suruga Bank en 2015 y la Recopa Sudamericana en 2016, entre otros títulos, siendo una de las épocas de mayores éxitos del equipo.