Primer día en Sochi y el comentario es unánime... ¿¿¿¿¿qué hacemos en Krasnodar????? El sitio, o al menos la zona del Fisht Stadium merece la pena, de hecho es espectacular. Está enclavado en la villa olímpica construida para los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014, y en ella, además del campo en el que jugarán España y Portugal, están el palacio de hielo, el circuito de automovilismo, el resto de instalaciones vinculadas a aquella cita y un parque de atracciones de ambiente medieval, como nuestro hotel, a 300 metros del Mar Negro.
Hay playa, hay tranquilidad (aquí veraneaba el dictador Stalin) y hay un ambiente deportivo espectacular. Familias paseando, bicicletas eléctricas, patines y gente con camisetas de España, Portugal, Colombia, Serbia, Perú, Rusia... y es que por fin hemos llegado al Mundial, porque como contaba en días anteriores, estábamos en Rusia, pero no estábamos en el Mundial. Krasnodar no es sede y no había ambiente de eso.
De lo que sí hay ambiente es de optimismo. Es como si lo sucedido hubiese venido bien. Ha vuelto el buen rollo, los futbolistas parecen relajados, Hierro transmite la seguridad de siempre y Sergio Ramos ha estado brillante en su rueda de prensa. Había preguntas difíciles, pero las ha sorteado con una tranquilidad tremenda. En capitán, como debe ser.
Dicen que seremos algo más de 2000 españoles en el estadio, así que habrá que ver a quién ayudan los rusos, porque no creo que haya muchos más portugueses. Eso sí, nos cuentan que su antiguo romance con una modelo del país hace que sean muy de Cristiano Ronaldo. En cualquier caso, seguro que los rusos se han venido arriba, porque han empezado el torneo de fábula cuando nadie lo esperaba. No los quiero en los cruces ni en pintura. Ya saben, ultras, malos arbitrajes...