España inicia su participación en el Mundial 2018 en una localidad que está entre los destinos veraniegos preferidos entre los rusos, junto al mar Negro. La mañana comenzó con una ligera lluvia que no hizo si no aumentar la sensación de calor.
Los 30 grados marcaron la mañana y según las previsiones se rebajarán como mucho a 25 a la hora en el que el balón comience a rodar en el Fisht, en un césped en perfecto estado. La humedad es de un 54% y existe un 30% de posibilidades de que vuelva a llover durante el viernes.