Moscú, 15 jun .- El nieto de Lev Yashin, Vasili, exportero del Dinamo Moscú, considera que el alemán Manuel Neuer debería haber recibido el Balon de Oro en 2014, aunque cree que el auténtico sucesor de su abuelo es el italiano Gianluigi Buffon.
"En 2014 yo quería que se lo dieran a Neuer. Lo merecía. Alguna vez tenían que darle el Balón de Oro a un portero que no fuera mi abuelo", dijo Vasili Frolov en entrevista con Efe.
Frolov considera que "nunca un portero tuvo una temporada tan buena como la que le tuvo ese año a Neuer, que ganó el Mundial, la liga y llegó a semifinales en la Liga de Campeones".
Aunque opina que "en cuestión de estilo" el que más se parece a la "Araña Negra", el único guardameta en recibir el Balón de Oro (1963), es Buffon.
"Mi abuelo era igual que Buffon, impulsivo y siempre interactuando con los aficionados. Así era en el Mundial de Suecia 58. Con el paso del tiempo, maduró y se volvió más tranquilo. Lo mismo le ha pasado al italiano", comentó.
Se enamoró el guardameta italiano en la final de la Copa de la UEFA disputada en 1999 en Moscú entre el Parma italiano y el Marsella (3-0).
"Cuando nos concedieron el Mundial me alegré especialmente por poder ver en directo a Neuer y a Buffon. En cambio, ahora el italiano no se ha clasificado y el alemán aún no está del todo recuperado de su lesión", lamentó.
Con todo, cree que comparar porteros es "como comparar actores, unos son buenos en drama y otros en comedia".
"Cada uno tiene su estilo. Neuer tiene una forma de parar, Buffon otra y De Gea otra. Yo creo que Neuer es el mejor, pero el titular debería ser Ter Stegen que ha hecho una temporada espectacular", afirma.
Admite que su abuelo está más mitificado en el extranjero que en Rusia, donde el fútbol tiene mucha competencia con el deporte nacional, el hockey sobre el hielo.
"El culto que hay por Yashin en Europa no lo hay en Rusia", asegura.
Relata una anécdota de cuando disputó con el equipo infantil del Dinamo un torneo amistoso en Italia.
"Era una pequeña localidad italiana. Ni recuerdo el nombre. Cuando por los altavoces dijeron que yo era el nieto de Yashin todo el estadio se puso en pie a aplaudir como si yo fuera Michael Jackson. Nunca he vivido nada igual", dijo.
De Yashin se dice que inventó muchas de las artes que han acompañado al portero moderno desde entonces, en particular el lanzamiento de los contraataques con la mano y no con los pies.
"Más que inventar, mi abuelo era un artista cuando saltaba al campo. Además, cuando mejor era y mayor era la exigencia, más pasión ponía en los partidos", dice.
Su abuelo murió cuando él tenía cuatro años y apenas recuerda el entierro y el hecho de que en sus últimos años de vida le tuvieron que amputar la pierna, lo que le impidió jugar al fútbol con sus nietos.
"La abuela dice que era el ideal hombre soviético: honesto y familiar. Volvía a casa enseguida después del entrenamiento. Le encantaba acostar a sus hijas", señala.
Cree que, además de su carisma, sus cualidades humanas le convirtieron en una leyenda del fútbol, ya que, como dice su madre, él se comportaba igual con Isabel de Inglaterra que con los trabajadores de la esquina, a los que trataba como "sus mejores amigos".
Como no podía ser de otra forma, Vasili también fue portero y, aunque comenzó en la academia del Torpedo, acabó jugando en el Dinamo, donde creció junto al actual portero del equipo moscovita, Antón Shunin.
"Empecé con siete años. A esa edad no eliges. Me pusieron bajo los palos quizás porque era muy malo como jugador de campo o porque dicen en Rusia que los genes pasan de abuelo a nieto. Por lo que se ve, se equivocaron", comenta entre risas.
La realidad es que Vasili Frolov llegó al segundo equipo del Dinamo y ante la falta de oportunidades jugó en varios equipos de la segunda división rusa.
"La responsabilidad de llevar el apellido Yashin fue muy grande desde pequeño. Y cuando me convertí en portero era demasiado exigente conmigo mismo. Cada disparo debía pararlo como hizo mi abuelo en su tiempo", admite.
Reconoce que hubo momentos que casi se vuelve "loco", por lo que decidió colgar las botas a los 23 años.
"Ser un Yashin fue muy duro. En resumen, no supe manejar esa presión psicológica y me retiré", confesó.
Llegó a trabajar como profesor en colegio, ejerció de árbitro -profesión que aún echa de menos- y finalmente recibió una llamada del Dinamo y se convirtió en entrenador de porteros.
En el club moscovita aprendió mucho del español Juan Luis García, "el mejor especialista en fútbol infantil que pasó por Rusia" y que ahora trabaja en el Real Madrid.
"Entonces, todos entendimos porqué España es tan fuerte y ganaba todos los campeonatos", comentó Frolov, quien hace unos pocos meses dejó el club y abrió la Academia Lev Yashin.