"No hay que presionar al arbitraje. Hay todo un proceso, una sistematización, hay personas que valoran, no puedo traer un equipo desequilibrado que solo piensa en el arbitraje", manifestó tras el partido jugado en Rostov.
Tite quiso así mostrarse comprensivo con el proceso de ajuste a la incorporación del VAR en las decisiones del árbitro, pero admitió que en el caso de la jugada previa al gol del empate suizo quedó claro que hubo un empujón sobre el central Miranda.
"La jugada de Miranda es muy clara, muy limpia. No estoy aquí justificando el resultado", dijo con visible molestia.
Con el argumento de haber sufrido una falta clara sobre uno de sus defensas, Tite desmontó los argumentos que apuntaban a una presunta fragilidad de su defensa para neutralizar jugadas que parten con balón parado.
"Recibimos seis goles en veintidós partidos. El balón parado en la Copa del Mundo ronda el 45 por ciento de los goles. De este gol de hoy no acepto observaciones en cuanto a la posición de los jugadores, porque resultó de una falta", puntualizó.
Ya en el desempeño de su equipo, dijo que hubo oscilaciones por intervalos del partido y se declaró extrañado por el bajón de la intensidad del juego tras el gol de Coutinho.
"En el descanso corregimos algunas posiciones, intentamos tener una salida más adelantada, pero durante el partido Suiza creció a partir del gol. Después equilibramos y volvimos a elevar la presión, pero la ansiedad fue enorme", concluyó.