La expedición japonesa, que llegó en la noche del domingo a esta localidad y se alojó en uno de los recintos oficiales de Rusia 2018, se quejó del trastorno que supuso este contratiempo.
El ruido irrumpió en el piso del hotel de concentración japonés "alrededor de las cinco de la mañana" e interrumpió el descanso de los futbolistas.
"No sé exactamente a qué hora ocurrió. Fue sobre las cinco o las seis y duró, al menos un cuarto de hora, parecía interminable", explicó el capitán de Japón Makoto Hasebe.
El seleccionador, Akira Nishino, añadió que "la alarma sonó durante mucho tiempo. Sonó, además, al mismo tiempo que se conoció la noticia del terremoto en Japón. Hubo confusión entre los jugadores. El impacto fue negativo entre ellos pero al final hay que comentarlo como un pequeño incidente", agregó.