Las gradas del estadio de San Petersburgo en el duelo entre Irán y Marruecos, mostraron numerosas mujeres iraníes felices de poder ver en directo a su selección. El restrictivo régimen de los ayatolá les prohíbe la entrada en su lugar de origen.
"Irán no es solo un equipo, somos una familia y país juega junto en el campo. Lo hemos demostrado y si estamos en un Mundial hablando de esta cuestión es siempre respetando a la competición y a la gente que está aquí. Los problemas se solucionan dentro de la familia", manifestó.