San Petersburgo (Rusia), 19 jun .- La estrella de la selección egipcia, Mohamed Salah, pudo, por fin, debutar en el Mundial contra Rusia y marcó un gol de penalti, pero fue un tanto agridulce, ya que solo fue el del honor después de los tres goles de la selección rusa (3-1).
Habían llegado los 'faraones', pero no el 'Faraón', porque Egipto había aparecido en el Mundial, pero no 'Mo' Salah, el extremo del Liverpool al que medio mundo esperaba y especialmente los miles de egipcios trasladados a Rusia para ver a su selección y a su ídolo.
Lo que no pudo ser ante Uruguay, sí lo fue frente a la anfitriona, Rusia. Contra los charrúas, el seleccionador de Egipto, el argentino Héctor Cúper, señaló el día antes que estaría salvo "un imprevisto de último momento". Pero el entrenamiento previo desaconsejó el debut de Salah en el Mundial.
Egipto cayó cruelmente ante Uruguay en los últimos instantes por un cabezazo del defensor José María Giménez, y la ilusión por ver jugar a Salah pasó de ser un anhelo a un imperativo: si la selección norteafricana quería apurar sus opciones de octavos, tenía que contar con su 'Faraón'.
Lo pedían los hinchas egipcios que durante los días anteriores fueron llegando a San Petersburgo, la ciudad que acogió el segundo duelo de Egipto en el Mundial. Y con ellos, los casi 100 millones de habitantes del país.
Muchos de ellos lamentaban aquel forcejeo con el español Sergio Ramos en la final de la Liga de Campeones disputada en Kiev (Ucrania) entre el Real Madrid y el Liverpool inglés, que dejó a su ídolo fuera de combate y su hombro izquierdo maltrecho durante el mes siguiente.
Por ello, Cúper en la rueda de prensa previa al duelo, fue cauteloso. Dijo que el punta estaba "en buenas condiciones" como "creían" que estaba antes del partido contra Uruguay, pero que dependía de "una prueba importante" en el entrenamiento.
En el entrenamiento se vio un Salah conduciendo el balón en carrera mientras el resto de sus compañeros corrían a su lado. Sonriente, divertido, juguetón... En estado puro. Fuentes de la selección egipcia aseguraban a EFE que iba a jugar, que estaba todo listo.
Y efectivamente, así lo fue. Salah apareció en el adelanto de alineación que ofreció la federación egipcia una hora y media antes del encuentro. Por la derecha, en la línea de tres medias puntas dispuesta por Cúper para surtir de balones a su delantero Marwan Mohsen.
La afición de los 'faraones', sensiblemente más ruidosa en los prolegómenos, lo sabía, y gritó a una sola voz cuando el videomarcador anunció al número '10' egipcio en las alineaciones. También cuando durante el calentamiento la cámara se paraba en Salah y aparecía en los videomarcadores.
No obstante, en el juego tardó en aparecer. Habían pasado ya diez minutos, de tormenta rusa pero sin acierto, cuando una pared con Abdalla Said demostraba que el ídolo estaba en el césped y podía pisar área. Unos minutos después, algunos ahogaban un grito en una entrada de Zhirkov en el centro del campo, sin consecuencias.
"Mira lo que están haciendo los egipcios", gritaba la grada de los faraones cuando veían que su equipo no acababa de encontrar el camino al ataque, cuando apareció el lateral Abdelsafi y el ariete Marwan Mohsen para convertirse en los mejores aliados del extremo del Liverpool inglés.
Primero fue un centro por alto, prolongado de cabeza por Marwah, que dejaba a Salah solo para empujarlo a puerta, que evitó Yuri Zhirkov con una intervención providencial. Al borde del descanso se repitió el esquema, pero en un balón raso del lateral que dejó pasar Marwan.
De nuevo ante Zhirkov, Salah buscó irse por la derecha, frenó, giró sobre sí mismo, y encadenó un disparo con la zurda que se fue a la derecha de la portería rusa. El árbitro decretaba el descanso y los aficionados egipcios veían a su ídolo en forma.
Sin embargo, las expectativas creadas en la primera parte se fueron al traste en los primeros 15 minutos de la segunda, cuando un gol en propia meta de Ahmed Fathi, seguido por dos tantos de los rusos Denis Cheryshev y Artem Dzyuba pusieron el encuentro muy cuesta arriba para los egipcios.
Aún así, el equipo del país del Nilo siguió intentando. Y al frente de ellos Salah, que sacó un penalti en una jugada en la que Roman Zobnin le agarraba en el borde del área, que el árbitro paraguayo Enrique Cáceres, tras consulta al asistente arbitral por vídeo, decretó penalti.
'Mo' Salah no dudó en la ejecución, fuerte, inalcanzable para el meta ruso Igor Akinfeev. Al fondo de las redes para hacer el primer tanto de Egipto en un Mundial en 28 años.
El premio a la espera de una recuperación tortuosa de un mes, pero insuficiente para aumentar las opciones de Egipto de pasar a octavos, que quedan bajo mínimos. Un gol histórico a la par que agridulce para el 'Faraón' Salah.