El rey de la pegada
La selección de Portugal acaricia los octavos de final del Mundial después de su victoria por 1-0 frente a Marruecos, un partido en el que Cristiano Ronaldo volvió a ser decisivo para su país con un nuevo tanto.
Muy poco tardó el cinco veces Balón de Oro en aparecer en el partido confirmándose de nuevo como máximo goleador del torneo en solitario, después de que Cheryshev le igualara en el arranque de la segunda jornada.
Un córner botado por Joao Moutinho en el minuto 4 encontró la cabeza de Cristiano en la frontal del área pequeña para que el '7' madridista batiera a Munir por arriba. En apenas 100 minutos en Rusia 2018, el portugués ya había superado la cifra de goles anotada entre los tres Mundiales anteriores disputados.
Y es que la función de '9' adoptada por el futbolista en el Real Madrid la ha trasladado también a la selección. En los últimos dos partidos, el luso ha actuado como delantero centro , con Guedes como hombre libre por detrás para formar una dupla muy móvil y rápida, perfecta para las contras portuguesas.
Unos contraataques que también se vieron ante Marruecos, y es que la selección magrebí llevó la iniciativa del partido al verse por debajo en el marcador. Con el movimiento de balón de Belhanda y Boussoufa, la velocidad de Ziyech y la potencia de Amrabat, los hombres de Herve Renard demostraron que su puntuación en este Mundial no se corresponde con su calidad.
Dos acciones a balón parado han terminado con el sueño marroquí en su primera gran cita después de 20 años. Han echado de menos lo más importante que existe en el fútbol: el gol, y es que ninguno de los delanteros centro de la convocatoria han sido capaces de reivindicarse.
Si hubo un portugués que se encargó de frenar a Marruecos ese fue Rui Patricio. El meta firmó hace pocos días con el Wolverhampton y, por si hiciera falta, ya ha convencido a sus aficionados de que su portería está guardada por uno de los mejores del mundo. La desbandada en el Sporting de Portugal este verano ha dejado 'caramelos' en el mercado como el meta de 'As Quinhas'.
Una y otra vez llegaban los africanos a la frontal del área pero ahí se quedaban sin ideas. Cuando eran capaces de disparar, la falta de puntería y el portero luso les dejaban sin opciones.
La segunda mitad tuvo el mismo guión, quizás de manera más exagerada. Portugal llegó con cuentagotas a la portería de Munir, mero espectador después de que los únicos disparos, de Cristiano Ronaldo de falta, fueran repelidos por la barrera de su equipo.
La entrada de Carcela-González le dio mayor dinamismo aún a una selección que se confirma como la primera eliminada del torneo. Ni siquiera el capitán Benatia, a balón parado, encontró una portería que se le ha resistido a Marruecos en Rusia.
Mientras, Portugal cada vez se parece más a ese equipo sólido que consiguió la victoria en la Eurocopa de Francia 2016. Con el trabajo sucio de Carvalho en el centro del campo (otro de los jugadores del Sporting que están sin contrato) y la presencia de dos zagueros experimentados como Pepe y Fonte en el eje de la zaga, el combinado luso muestra su candidatura a repetir gesta. Al menos mientras esa seguridad atrás aguante.
La selección de Fernando Santos aguantó encerrada en su área en los minutos finales hasta que Mark Geiger pitó el final de un encuentro que, en ningún momento, reflejó lo visto sobre el campo. Aunque, claro, no todos los equipos pueden contar con Cristiano Ronaldo.