En la escena, el empleado, identificado como Felipe Wilson, invita a tres mujeres que al parecer no entienden portugués a que repitan ante la cámara y al unísono: "Eu quero dar a minha buceta para vocês" ("Quiero dar mi vagina para vosotros").
Después de que las mujeres repitiesen la frase aparecen otros dos compañeros de Wilson y todos empiezan a gritar: "¡Brasil, Brasil Brasil!".
Wilson trabajaba para Latam en el aeropuerto internacional de Guarulhos, en la región metropolitana de Sao Paulo, que es la mayor terminal de Brasil y una de las más importantes de Latinoamérica.
Latam Airlines Brasil dijo en un comunicado que "repudia vehementemente cualquier tipo de ofensa o práctica discriminatoria y refuerza que cualquier opinión que falte el respeto no refleja los valores y los principios de la empresa".
La aerolínea indicó que tomó "las medidas razonables conforme a su código de ética y conducta" e informó que el individuo "ya no forma parte del cuadro de empleados" de la corporación.
Este caso de acoso se suma al de otros parecidos ocurridos durante el Mundial de Rusia en el que brasileños se aprovechan de la incomprensión lingüística para reirse de mujeres extranjeras.
El Ministerio de Turismo de Brasil condenó en la víspera este tipo de actitudes al afirmar que "el machismo y la misoginia no son aceptables bajo ningún aspecto, mucho menos en un evento como la Copa del Mundo, que promueve la integración entre pueblos y culturas de todo el mundo".