Alves, titular indiscutible en el rol de lateral derecho, almorzó con la plantilla en el hotel que les sirve de concentración en Moscú antes del partido en el estadio del Spartak.
El de Rusia iba a ser el tercer Mundial seguido en la carrera del exjugador del Barcelona.
El defensor, compañero de Neymar y Thiago Silva en el París Saint Germain, es considerado uno de los líderes de la selección y su vista causó un revuelo de alegría entre los jugadores y la comisión técnica que encabeza el entrenador Tite.