Hasta ahora, Inglaterra y Bélgica se habían cruzado dos veces en los Mundiales, con un empate 4-4 en Suiza 1954 y una victoria para Inglaterra por 1-0 en la prórroga en los octavos de final de Italia 1990.
Aquella derrota, con un gol de David Platt en la prórroga contra la selección que lideraba Enzo Scifo, detuvo la progresión de una selección belga que disputó las semifinales en México 1986.