Krasnodar (Rusia), 28 jun .- La selección española se dirige ya al tramo decisivo del Mundial de Rusia 2018 desde la convicción de su talento, su jerarquía, el momento de Isco Alarcón o su racha invicto, pero también desde las dudas de sus errores defensivos, su primera fase o su nula reacción en Brasil 2014 y Francia 2016.
- CINCO MOTIVOS PARA EL OPTIMISMO...
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1 - Una racha sin perder de 23 partidos:
Desde la Eurocopa de Francia 2016, cuando Italia la eliminó en los octavos de final por 2-0 en el estadio Saint Denis de París, España no ha perdido ningún partido. De eso hace ya dos años -fue el 27 de junio de 2016-, con 23 compromisos sin una sola derrota, con 15 victorias, ocho empates, 66 goles a favor -ha marcado en cada uno de esos encuentros-, 18 en contra y doce duelos sin recibir gol.
Es la única selección del Mundial 2018 que acumula tanto tiempo sin perder ningún partido, ya sea amistoso o de competición; unos números en los que insiste frente a la crítica, consciente de que debe mejorar muchos aspectos, pero también con la garantía que le ofrece unos imponentes registros construidos desde el 0-2 a Bélgica del 1 de septiembre de 2016, en el debut de Julen Lopetegui.
2 - El Mundial de Isco:
"No le falta nada para ser el líder. Es uno de nuestros líderes. Cuando el partido se pone feo, él tira del carro, no se esconde, busca centros, tiros, pases... Poco más se le puede pedir. Está haciendo un Mundial espectacular", resumía este jueves Dani Carvajal sobre el centrocampista, el mejor sin matices hasta ahora en Rusia.
Su liderazgo sobre el terreno de juego es indiscutible en cada partido, en el que es el futbolista que más interviene. También el que más pases conecta de medio campo hacia adelante, el que más desborda y el que más responsabilidad asume con la pelota. Además, ha marcado un gol, el que logró ante Marruecos, y lo ha jugado todo.
3 - El talento:
Aún no lo ha expresado en toda su dimensión en Rusia 2018, ni siquiera se ha acercado, pero lo tiene de forma indudable y cuando lo pone en práctica es tan deslumbrante como incontestable. Sólo lo demostró a ratos contra Portugal en los tres primeros encuentros de la fase final del torneo, el más cercano por momentos a un estilo que necesita recomponer para los próximos desafíos en Rusia 2018.
Andrés Iniesta, Isco Alarcón, David Silva... Son futbolistas cuyas cualidades y recursos son infinitos con el balón y están entre las mejores de todo el Mundial, pero hasta ahora sólo ha lucido Isco. Si los tres conectan, si reencuentran su mejor versión, si se asocian como antes, las aspiraciones de España serán mucho más prometedoras.
4 - La jerarquía:
"La mayoría juegan finales como si fuesen partidos amistosos. Creo que saber llevar esa presión es muy importante", expresó Saúl Ñíguez en una entrevista a EFE. La experiencia del grupo en este tipo de competiciones también es una garantía para el equipo, que cuenta en sus filas con seis campeones del mundo: Pepe Reina, Sergio Ramos, Gerard Piqué, Sergio Busquets, Andrés Iniesta y David Silva.
Es un plus para cualquier selección, aún más en partidos que exigen tanto mentalmente, tan decisivos como el que le espera en los octavos de final frente a Rusia, además en un ambiente en contra desde la grada. A la vez, sobresale la cantidad de títulos que lucen en el palmarés de los 23 jugadores: un total de 272 entre todos.
5 - El lado del cuadro:
Aunque siempre es una incógnita, más aún en un Mundial que ha demostrado una igualdad recurrente en casi cada encuentro de la primera fase, y aunque ahora tenga por delante a la anfitriona, Rusia, en los octavos de final, el lado del cuadro de España es sobre el papel mucho más sencillo que el otro camino a la final.
Ni Brasil ni Argentina ni Uruguay ni Francia, los cuatro campeones del mundo que permanecen junto a España en el torneo, aparecen en su horizonte hasta el duelo decisivo del 15 de julio en Moscú. En cuartos, el adversario sería Dinamarca o Croacia, aunque esta última ha demostrado un potencial imponente hasta el momento.
-- ... Y CINCO MOTIVOS PARA EL PESIMISMO:
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1 - Los errores defensivos:
Sus cinco goles en contra en tres partidos encienden la alerta en la selección española, que ha cometido errores impropios de su nivel en cada uno de los encuentros en Rusia 2018 hasta ahora, desde los tres tantos que recibió ante Portugal hasta los dos que encajó contra Marruecos y las oportunidades que concedió frente a Irán.
Los episodios de desconcentración han sido repetitivos en esos tres choques, un aspecto al que enfoca su autocrítica el equipo, consciente de que cualquier concesión ahora te envía fuera del Mundial. "Si encajamos con tanta facilidad no se puede conseguir el objetivo que venimos persiguiendo desde el primer día", advirtió Hierro después del 2-2 con Marruecos. Desde Italia 1990, nadie fue campeón con más de cuatro goles en contra. España ha sufrido cinco.
2 - Una primera fase sin certezas:
No ha perdido aún, pero su única victoria y sus dos empates en la primera fase del Mundial 2018 generan muchas más dudas que certezas, apenas ninguna en un recorrido a trompicones, que sólo convenció en algún rato en el estreno contra Portugal, más por la capacidad de reacción que demostró contra la adversidad que por el resultado.
España no funcionó contra Irán, agarrada a un gol de rebote de Diego Costa para deshacer un enredo constante en su ataque, ni tampoco frente a Marruecos; dos selecciones menores sobre el papel que pusieron en serios aprietos, muchísimos en el caso de esta última, como reflejó el 2-2 final, a una selección irreconocible.
3 - Sin reacción en Brasil 2014 ni Francia 2016:
Los dos últimos precedentes en las fases finales de las grandes competiciones tampoco sonríen a España, que se propone una reacción en los octavos de final contra Rusia que no logró ni en el Mundial de Brasil 2014, cuando fue eliminado en la primera ronda, ni en la Eurocopa de Francia 2016, cuando se marchó a casa en octavos.
En el primero, no tuvo respuesta a la goleada recibida en Salvador de Bahía en el debut ante Holanda (5-1). Le siguió después un tropiezo definitiva contra Chile (2-0), que le borró del campo y del torneo. En el segundo, a la extraña derrota con la que cerró la fase de grupos contra Croacia (1-2) le siguió la eliminación que sufrió en su siguiente choque contra Italia (2-0).
4 - Un ataque previsible, impreciso y sin profundidad:
España sufre un atasco ofensivo. Acostumbrado al balón, su posesión ha sido improductiva en muchos tramos de los partidos sobre el área contraria, bien por imprecisiones, bien por unos movimientos previsibles, bien por la armada estructura y el repliegue intensivo de sus oponentes, pero casi siempre sin profundidad, también sin conectar apenas con el delantero, en este caso con Diego Costa.
Invariable en ese estilo con la pelota, pero sin el dinamismo de antaño, el que desmontaba defensas con paciencia e imaginación, los goles de España han sido inusuales para sus características de juego. De los seis tantos a favor, sólo uno llegó en una combinación: el 1-1 contra Marruecos entre Isco, Iniesta y Costa. Dos corresponden al balón parado, otro a la volea de Nacho ante Portugal, uno más a un rebote, ante Irán, y otro a un pase largo que peleó y culminó Diego Costa, en el primer tanto en el estreno.
5 - Cuatro victorias en sus últimos diez duelos de fases finales:
Desde la Eurocopa de Polonia y Ucrania 2012, el último título de la selección española, el equipo ha evidenciado una irregularidad inesperada en las tres fases finales que ha afrontado desde entonces, con sólo cuatro victorias en sus últimos diez choques entre Brasil 2014, Francia 2016 y Rusia 2018.
En todo ese tramo, España sólo ha ganado a Australia (3-0) en Brasil 2014; a la República Checa (1-0) y a Turquía (3-0) en Francia 2016; y a Irán en el actual Mundial. En cambio, perdió con Holanda (5-1), Chile (2-0), Croacia (1-2) e Italia (2-0), y empató con Marruecos (2-2) y Portugal (3-3). Marcó 15 goles y recibió 16.