Iniesta el incombustible
Con 34 años recién cumplidos y habiéndose comprometido con el Vissel Kobe japonés, Andrés Iniesta afronta su cuarto y, posiblemente último Mundial, con la vitola de ser el líder espiritual, junto a Isco, del juego de la selección española. Se ha ganado el respeto de todos los estadios en Rusia, es aplaudido allá donde va y, lejos de ser reservado como en el Barcelona, afronta el torneo como la pasada Eurocopa de Francia: Sabe que va a jugar, siempre y cuando las lesiones les respeten, la práctica totalidad de los minutos.
Hasta la fecha, el de Fuentealbilla ha disputado 3.303 minutos oficiales en la temporada con el Barcelona y 231 con la selección en el Mundial de 270 posibles, a los que habría que añadir los 90 del partido amistoso contra Túnez, 321 en total. Contabiliza, por lo tanto, el 85,5 por ciento de los minutos en los partidos frente a Portugal, Irán y Marruecos, más de lo que en un principio estaba previsto.
Su cuota de participación en las jugadas decisivas del equipo ha sido importante teniendo en Isco a su mejor socio, como se demostró en el partido contra Marruecos en la espectacular jugada del empate a uno. No le va a la zaga Diego Costa, con el que conectó en el arranque de esa jugada y en la del gol contra Irán.
Iniesta ha completado 209 pases en los tres partidos disputados hasta la fecha y ha generado los dos goles mencionados a pesar de que las estadísticas oficiales del torneo le contabilicen una única asistencia, y sólo está teniendo problemas para acabar las jugadas. No es que sea un goleador consumado, ni siquiera con la selección a pesar del histórico gol de Sudáfrica, ya que suma 13 tantos con España en 130 partidos, pero se echa de menos que la segunda línea, en la que él está incluído, acabe más jugadas. El gran lunar ofensivo de Andrés Iniesta en el arranque de este Mundial es que aún no ha realizado un sólo disparo sobre la meta rival de los 45 efectuados en total por el equipo, yendo a puerta 12 de ellos. En el acierto y la salud del manchego recaerán buena parte de las opciones españolas de levantar por segunda vez la copa de Campeones del Mundo.