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Una buena generación serbia no pasa el corte en Rusia

Moscú, 28 jun .- La selección Serbia no pasó el corte y se despide en la fase de grupos en su segundo campeonato del Mundo tras Sudáfrica 2010 desde su separación de Montenegro en el año 2006.

Su andadura en Rusia empezó de la mejor manera posible, debut ante Costa Rica con triunfo que muchas veces es medio billete para octavos, pero caer con Suiza en el tramo final en la segunda jornada fue una losa, y como reconoció Antonio Rukavina ante los medios "la clave para no seguir vivos en Rusia".

Mladen Krastajic, seleccionador primero interino y en la gira de noviembre pasado ya con el mando de la absoluta, deshizo nada más llegar la estructura de tres centrales impuesta por Slavoljub Muslin que tantas dudas generó en Serbia: el equipo fue pitado incluso el día que certificó la clasificación para Rusia con un gol de Aleksandar Prijovic a Georgia (1-0).

Krastajic, exjugador del Schalke 04 entre otros, conjuntó un buen bloque con la experiencia de Vladimir Stojkovic en la portería, Aleksandar Kolarov y Branislav Ivanovic en defensa, Nemanja Matic en el medio y Aleksandar Mitrovic en la delantera.

Un nombre propio enmarcó el protagonismo serbio: Sergej Milinkovic-Savic. Su gran año en el Lazio italiano permitió al pueblo serbio soñar en grande.

Este interior de llegada y capacidad goleadora (12 tantos y 4 asistencias en la Serie A esta campaña), nacido en Cataluña en 1995 cuando su padre Nikola Milinkovic jugaba en el Lleida, no ha encontrado, sin embargo, su sitio en el 4-2-3-1 de Krastajic.

Ni la posición de mediapunta ni la de mediocentro relucen las virtudes del joven internacional. Ante Costa Rica y Suiza partió detrás del punta y ante Brasil acompañó a Matic en el mediocentro, pero nunca pudo explotar sus cualidades.

Sin embargo, a tenor de su calidad y de su edad, 23 años, su valor en el mercado sigue subiendo y está en las agendas de grandes clubes europeos.

En la última jornada, una Brasil necesitada fue demasiado rival y con tan solo un pequeño arreón en la segunda parte era difícil sorprender a los Neymar, Coutinho y compañía (2-0).

Las Águilas Blancas, una selección alta -con ocho jugadores por encima del 1,90- centró su ofensiva en el balón parado y en el juego directo en busca de Mitrovic pero en tres partidos solo pudo ganar a Costa Rica, la revelación del Mundial 2014.

El aficionado serbio reconoció el esfuerzo de sus guerreros en su regreso a una gran competición con una ovación para cerrar la participación de Serbia en el Mundial de Rusia 2018.

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