El delantero del PSG jugó con su pequeño tras la práctica, intercambió cariños sobre el pasto verde en una tarde calurosa y juntos acapararon la atención de los enviados especiales de la prensa a Sochi, donde la Canarinha tiene su concentración.
El pequeño, fruto de una relación de Neymar con Carolina Dantas, luego se mezcló con otros jugadores de la selección brasileña mientras pateaba con estilo un balón.
Neymar se mostró alegre y orgulloso en una jornada que el equipo de Tite empleó para la recuperación tras el partido con Serbia, jugado el pasado miércoles y comenzó a preparar el duelo de octavos de final contra México, el lunes en Samara.