Cavani atiza a Portugal
Es lento, es individualista, es prepotente, es insuficiente y es insensato: es Edison Cavani, es el hombre del partido y este sábado ha decidido callar todas las críticas alrededor de su figura. El delantero del PSG atizó -y mandó a casa- a la Portugal de Cristiano Ronaldo con dos increíbles tantos en un equipo que se bastó de su magia para asaltar los cuartos de final. Muchos eran los nombres del partido, pero Cavani lo hizo todo, incluso lesionarse tras cumplir su cometido. Uruguay se apunta para cuartos.
Sochi reunía a dos selecciones insípidas, aborrecidas y, según el público mayoritario, aburridas. Sochi reunía en los octavos de final a la Uruguay de Suárez y Cavani con la Portugal de Cristiano y Guedes. Sochi reunía una eliminatoria sin atractivo alguno más allá de los nombres. Por si fuera poco.
Sin embargo, los pronósticos -que apuntaban a un empate sin goles- pronto quedarían desnudos. Tal y como sucede habitualmente en el fútbol, todo lo analizado, esperado y prometido en las previas queda en eso, en promesas.
Menos de siete minutos tardó en romperse el marcador. Contragolpeaba Uruguay a una dominadora Portugal, el balón llegaría a las botas de Luis Suárez, que pondría un centro maravilloso para que Cavani, mitad cabeza, mitad cuello, superase a Rui Patricio en la primera llegada sudamericana.
Del deseo a la obligación
El tempranero tanto llevó a los hombres de Fernando Santos a pasar del deseo de dominar y buscar la meta, a la obligación de hacerlo: Cristiano Ronaldo, Guedes e incluso la segunda línea blanca -Portugal jugó con su segunda equipación- insistían en golpear la meta de Muslera, pero el portero respondía sin demasiados problemas.
Giménez y Godín 'secaban' a Cristiano, Suárez simulaba agresiones inexistentes y el resto de jugadores esperaban que Cavani sacase la varita para definir aún más el marcador. Al descanso valía el gol del punta del PSG.
Falló el que nunca falla
Saltaba al verde Portugal con ideas renovadas y esperanza recargada. Uruguay no cambiaba su perfil: pero en el fútbol, como en la vida, es imposible controlar los sucesos y en el 54' falló el que nunca falla. Guerreiro la puso al área y Godín, que tenía que marcar a Pepe, se 'comió' la bola permitiendo que el central ex del Real Madrid anotase el empate.
El escenario era nuevo, pero no sus actores. Llegaban los mejores momentos de Portugal pero como los grandes 'matadores del área', Cavani siempre aparece cuando más le necesitan (61'). Buscaba el balón al del PSG en la frontal, no la había tocado aún, pero ya había marcado su objetivo: al primer toque, disparo cruzado y todo un país de pie.
Cavani se rompió y Portugal apretó
Sin embargo, todo no podían ser buenas noticias para Uruguay. Cavani, que se dejaba el alma en ataque y en defensa, sentía el golpe. Rápidamente se agachó, miró a Cristiano Ronaldo y sintió como su partido -y su Mundial posiblemente- decían adiós. El portugués le ayudó a salir y el público, resentido, aplaudía al punta en su camino al banquillo.
Quedaban apenas 15' y toda Portugal sabía que era el momento adecuado para apretar. Entraban cambios, corría el reloj y Cristiano Ronaldo, alma del equipo, pedía un poco más.
De ahí al final, tensión, intentos portugueses y protestas uruguayas. Uruguay, gracias a un Cavani que quizá no pueda estar en cuartos, mandan 'a casa' a Portugal.
Uruguay vuelve a cuartos.