"Imaginemos cosas chingonas", decía Chicharito antes de afrontar el Mundial. México las imaginó, pero una vez más el sueño se quebró. Se le hizo grande Brasil, en la que siguen esperando la mejor versión de Neymar pero que tiene a un 'chingón' en plena forma: Willian. El extremo del Chelsea fue el líder de la 'Canarinha' con una segunda mitad formidable en la que mostró todo su repetorio para empujar a Brasil hacia cuartos de final.
A tumba abierta, México se lanzó con todo al ataque nada más comenzar el partido. Carlos Vela era una pesadilla por el costado izquierdo, Hirving Lozano complicaba la supervivencia de Filipe Luis por el derecho y el único pero era la incapacidad para encontrar a Chicharito, que apenas entró en contacto con el balón. El cuadro de Osorio funcionaba, pero también perdonaba: un pase final demasiado largo, un disparo de Hirving demasiado alto, una decisión de Herrera demasiado tardía en la frontal.
Y mientras, Brasil amenazaba a la contra. Neymar no encontraba su mejor versión y Coutinho empezaba a tomar el mando del partido, retrasando su posición para encontrar al propio Neymar a Willian. Fue precisamente Willian quien tiró de Brasil, atenazada en el tramo inicial pero con la confianza del que sabe que va a llegar lejos. Atemorizada por la eterna maldición de no pasar de octavos, México fue perdiendo peso en el partido y el equipo de Tite cada vez estaba más cómodo. El partido era de ida y vuelta y Ochoa empezaba a mostrar su grandeza en los mundiales evitando el primero de la Canarinha en un duelo que tenía de todo, menos gol.
El gol que sí llegó en la segunda parte. Si Willian desperezaba a Brasil en la primera mitad, Willian tiró por completo del equipo y empezó a galopar como si no hubiera un mañana en la segunda. Diagonales, carreras sin freno hacia el área, bicicletas en la frontal que acaban con disparos a portería. Un portento del que se aprovechó Neymar, que seguía errático en el regate y mostrando, una vez más, que no está en su mejor tono físico.
En una de las suyas, Willian se adentró en el área por el costado zurdo, dribló a un par de defensores y su centro chut lo aprovechó Neymar para empujarlo a la red. Era el 1-0 y México respondía desde el banquillo con la entrada de Dos Santos y Raúl Jiménez ante un Chicharito que pasó completamente desapercibido. Y eso que se había teñido el pelo de rubio. Raúl y Jonathan no hicieron mucho más, todo hay que decirlo, y a Hirving y Vela se les empezaba a hacer largo el partido.
Muy largo, pues los mexicanos no encontraban la forma de hincarle el colmillo a Brasil, cómoda con el paso de los minutos. Algún arreón de orgullo de Guardado, siempre tapado por una defensa liderada una vez más por Thiago Silva, y poco más. Mientras, en el otro área, la 'Canarinha' veía espacios que se traducían en la posibilidad de sentenciar el partido. Ochoa evitó un golazo de Willian tras un latigazo en la frontal y también metió el pie en el tramo final en un disparo mordido de Neymar, pero no evitó el segundo. El balón se paseaba otra vez por la línea y esta vez era Firmino quien lo empujaba a la red.
Brasil sentenciaba así su pase a cuartos de final y sube su nombre en las casas de apuestas: muestra solidez grupal y pegada arriba, y eso que todavía espera a Neymar. Mientras tanto, Willian tira del equipo y alarga la maldición eterna de México.