La selección nipona cayó eliminada ante Bélgica, en un partido en el que ambas selecciones merecieron superar los octavos. Bélgica obtuvo una difícil victoria y consigue superar a Japón en el último momento con el gol de Nacer Chadli.
Los "samuráis azules" no consiguieron imponerse a los "diablos rojos" y el sueño japonés acabó siendo frustrado. Japón se despide del Mundial, aunque deja como recuerdo el que podría ser uno de los mejores partidos de esta competición hasta la fecha e hizo alarde además de su civismo.
La jornada del martes arrancaba con una fotografía que daba la vuelta al mundo: los japoneses dejaban el vestuario del Rostov Arena impoluto. La selección nipona se encargó de limpiar y recoger todo el vestuario a pesar de la tristeza por la derrota con Bélgica.
Este no es el único ejemplo de responsabilidad y compromiso que nos deja el país del sol naciente. Durante el encuentro disputado en la fase de grupos entre Japón y Senegal, los aficionados de ambos equipos ayudaban a limpiar la grada una vez finalizado el partido.