El exterior, actualmente integrante del West Bromwich Albion, recién descendido de la Premier, fue el hombre al que agasajó todo el pueblo belga nada más llevar a la red un contraataque de manual en el último suspiro del choque de octavos.
No pertenece este jugador de ascendencia marroquí gestado en las categorías inferiores del Standard Lieja y del Maastricht a ese núcleo de futbolistas que realzan el actual combinado de Bélgica, plagado de nombres de relumbrón, integrantes de los más reputados clubes del Viejo Continente.
Chadli es catalogado como un buen jugador. Como un hombre de equipo. Un tipo de momentos sobre el terreno de juego. Tuvo el suyo en Rostov on Don, reclamado por su entrenador Roberto Martínez en una situación de cierta desesperación, de tiempo limitado y pocas opciones
El seleccionador español de Bélgica buceó en su banquillo y encontró a Marouane Fellaini y a Chadli, relegados a un papel secundario durante el Mundial y al margen del foco que habitualmente reclaman el grueso del once inicial de los diablos rojos.
Chadli fue declarado suplente cuando salió de inicio en el encuentro contra Inglaterra. El tercero de la fase de grupos, irrelevante para su equipo, con la clasificación asegurada. Roberto Martínez dio un vuelco a su once inicial, tiró de rotaciones, calculó descansos y dio opción a los miembros de reparto de su plantel.
Entre ellos estaba este jugador que hace 28 nació en Lieja, casi inédito hasta el duelo contra el conjunto inglés. Martínez solo pensó en el antes en el partido contra Panamá, el primero de la fase de grupos, para propinarle con una presencia testimonial sobre el césped. Chadli saltó en el tiempo añadido para sustituir a Axel Witsel. No contó para el partido de Túnez.
Después del paréntesis que supuso el choque contra Inglaterra Roberto Martínez regresó a la normalidad. Frente a Japón, con los cuartos en juego, empleó su once tipo del que está al margen Chadli.
El destino envenenó el panorama belga. Y el preparador prensó en Fellaini y Chadli. El primero logró el empate. Chadli culminó la agónica victoria.
Ha vivido un final de curso áspera Chadli, frustrado por el descenso de su equipo, otrora consolidado en la Premier y al que llegó desde el Tottenham en el que estuvo tres cursos para establecerse en la elite del fútbol inglés.
No cumplió el centrocampistas las enormes expectativas que creó en sus inicios. No logra dar continuidad a los destellos de talento que le ensalzan por momentos.
Aún así, Chadli forma parte de una camada única en Bélgica. La que puede derribar la historia en un Mundial. El jugador del West Bromwich, con la bocina encima y la sombra de la prórroga al acecho, llevó a la red una acción vertiginosa que inició Thibeaut Courtois, que siguió Kevin De Bruyne, que asistió Thomas Mounier, que amagó Romelu Lukaku y que selló a placer.