El Mundial de Rusia entra en su recta final y tras estos últimos compases se puede comenzar a analizar los que han sido los gestos más llamativos del campeonato. Más allá de los goles, las sorpresas o las decepciones hay retiradas históricas, acciones casi incomprensibles o lecciones de civismo, que también son dignas de mención en la cita más esperada por los amantes del fútbol.
El sistema de videoarbitraje es sin duda uno de los grandes protagonistas del Mundial. Pese a que ya estaba vigente en países como Italia, esta nueva fórmula que comienza a aplicarse era casi inédita para gran parte de las selecciones que componen el campeonato y no ha dejado indiferente a nadie, suscitando el cabreo de muchos, como el de Marruecos ante España o el de precisamente los hispanos ante Rusia. De hecho únicamente en la fase de grupos, se pitaron más penaltis que en las dos últimas ediciones juntas. Un nuevo sistema de arbitraje al que ya intentan sacarle tajada incluso los futbolistas, pidiendo una y otra vez que se revisen algunas jugadas pese a que es el árbitro quien debe decidir cuándo hacerlo. Aún dará que hablar...
Si por algo también ha destacado este Mundial de Rusia es por la deportividad que ha reinado entre las aficiones allí presentes, pese a que se vendiese como el campeonato más violento de los últimos años. De los 32 países que han acudido a esta cita, dos aficiones brillan por encima del resto y esas no son otras que las de Senegal y Japón. Cuando la pelota rueda poco hay más importante que el espectáculo futbolístico pero cuando el árbitro indica el final, por encima del resultado destaca dejar las gradas como al principio y colaborar para el disfrute de los venideros. Al término de todos los partidos, hemos podido ver cómo las aficiones senegalesas y niponas se han parado a recoger la basura que han dejado sus compatriotas e incluso otros aficionados en las gradas de los estadios, dejando un claro ejemplo a tomar para el resto de hinchadas.
Desgraciadamente para los amantes del fútbol, Diego Armando Maradona hace mucho tiempo que dejó de brillar en los terrenos de juego y casi se le recuerda más por sus escándalos extradeportivos que por sus méritos con la pelota en los pies. En el último encuentro de la fase de grupos, que otorgó el pase a los octavos a Argentina frente a Nigeria, el astro argentino se dejó ver en unas condiciones cuanto menos cuestionables, quedándose dormido en medio del partido, lanzando peinetas a los aficionados e incluso teniendo que ser asistido por los servicios médicos merced a las condiciones en las que se encontraba. Un mal ejemplo para las generaciones futuras...
En el Mundial de Rusia ha habido muchos goles, polémica y alegría pero también lágrimas. Muchas lágrimas. Ya sean de tristeza o de alegría. De orgullo de defender a su país, como las del capitán panameño Román Torres, las de Nabil Maaloul o las de Chicharito al vencer a Alemania. Pero sin duda las que más desgarran son las de la decepción, las de la derrota. Así se pudieron ver en los rostros de Iniesta, al despedirse del fútbol de élite, las de James al caer eliminado frente a Inglaterra o las del propio Sergio Ramos.
Más allá de su rendimiento deportivo, si por algo está brillando Neymar en este Mundial de Rusia es por sus constantes subidas de tono. La polémica ronda la figura del astro brasileño, atizado en redes sociales por sus constantes caídas en el terreno de juego y es que se ha pegado un total de 15 minutos hábiles en el suelo en lo que va de campeonato. Una dudosa forma de jugar que ha suscitado la mofa de muchos aficionados al deporte rey o críticas de sus propios compañeros y que incluso ha servido para inspirar el anuncio publicitario de una conocida firma de comida, lo que relega a un segundo plano su incuestionable habilidad con el balón en los pies.