Bélgica irrumpe en el estadio de San Petersburgo en busca de la primera final de su historia en un Campeonato del Mundo alentada por la condición de máximo goleador en lo que va de torneo.
Catorce goles en cinco partidos es la carta de presentación del conjunto del español Roberto Martínez, tres más que Inglaterra, aún presente en la competición y que el miércoles se medirá a Croacia, que totaliza diez, en Moscú, y que Rusia, ya eliminada.
Francia, por su parte, ha marcado nueve en sus partidos aunque ha encajado uno menos que su rival del martes. Solo en cuatro ocasiones Hugo Lloris ha tenido que recoger la pelota de dentro de su portería. Las mismas veces que el meta croata Danijel Subasic, y que el inglés Jordan Pickford.
Thibaut Courtois es el portero más goleado de los cuatro semifinalistas. Ha sido batido cinco veces en otros tantos partidos.
Bélgica anotó tres goles a Panamá, cinco a Túnez y uno a Inglaterra en la fase de grupos. Después, hizo tres a Japón y dos a Brasil.
Francia, por su parte, anotó dos a Australia, uno a Perú, no marcó contra Dinamarca y, en las eliminatorias, firmó cuatro ante Argentina y dos con Uruguay.
Los números de Bélgica intimidan. De hecho, la cifra de eficacia obtenida hasta ahora por el conjunto de Roberto Martínez no se producía en este tramo final de una fase final de un Campeonato del Mundo desde que la alcanzó Brasil en Corea y Japón 2002. La Canarinha se proclamó campeona.
La cita, de paso, alienta también la carrera por el máximo goleador. La sequía de los protagonistas en los últimos encuentros mantiene la puja apretada aunque con escaso margen, dos partidos, para voltear la situación.
El inglés Harry Kane está asentado en la primera plaza, con seis tantos. El belga Romelu Lukaku, que lleva tres partidos sin marcar después de un arranque fulgurante, totaliza cuatro. Los franceses Antoine Griezmann y Kylian Mbappe, con dos cada uno, también sobreviven a la pelea.