Una treintena de personas, según las autoridades, resultaron heridas leves anoche en las calles de Niza (sureste de Francia) a causa del pánico que se generó, aparentemente por unas explosiones de petardos, cuando se jugaba el partido de las semifinales del Mundial entre Francia y Bélgica.
Cientos de personas que se encontraban viendo en la calle el encuentro, a pocos minutos del final, empezaron a correr ante la impresión de que se podía estar cometiendo un atentado y eso provocó que sillas y mesas de bares acabaran por el suelo y contribuyeron a tropiezos y pisoteos.
Las imágenes colgadas en las redes sociales permiten ver la estampida en el cours Saleya, en pleno centro de la ciudad, entre gritos, mientras mucha gente se refugiaba en bares y casas.
Niza sufrió un atentado yihadista hace ahora casi dos años, el 14 de julio de 2016 en su paseo marítimo, donde hubo un atropello masivo perpetrado por un terrorista al volante de un camión. Hubo 86 muertos y decenas de heridos.