El "gol de Oro" fue la fórmula que se inventó la FIFA para tratar de reactivar el juego ofensivo en las prórrogas. Ideado como una "muerte súbita", clasificaba de forma automática al equipo que marcaba primero en ese tiempo añadido.
Instaurado en 1994, tan sólo tuvo vigencia durante diez años, porque propició lo contrario de lo que se esperaba; ante el temor a la eliminación aumentaban las preocupaciones defensivas de ambos equipos.
De las nueve prórrogas en las que estuvo en vigor durante dos Mundiales (Francia-98 y Corea del Sur-Japón 2002) en cinco ocasiones se llegó hasta la tanda de penaltis.
En las otras cuatro, el gol de oro favoreció a Francia, que eliminó a Paraguay en los octavos de final de su Mundial, con un recordado tanto de Laurent Blanc (m.113); y a Corea del Sur frente a Italia (Ahn jung-hwan, m.11), en unos octavos de final del Mundial de 2002 en el que los italianos se quejaron del arbitraje excesivamente parcial del ecuatoriano Byron Moreno.
En las otras dos ocasiones (octavos y cuartos de final de Corea-Japón 2002), Senegal fue protagonista; alegre tras derrotar a Suecia con un gol de Henri Camara (104) y triste, tras no acceder a semifinales por un gol del turco Ilham Manziz, a los 4 minutos del comienzo de la prórroga.
La FIFA decidió anular el gol de oro el 1 de julio de 2004. La UEFA y la International Board buscaron una fórmula intermedia, el "gol de plata", que permitía concluir los 15 minutos del tiempo de la prórroga en el que se marcase el gol, pero tampoco tuvo aceptación. No duró más que dos años y no llegó al Mundial.