El piragüista español Carlos Garrote, que este domingo se proclamó campeón del mundo en K1 200, aseguró que su victoria en Montemor-o-Velho (Portugal) es "la guinda al pastel" tras su reciente triunfo en el Europeo de Belgrado.
Apenas 77 días separan su coronaciones continentales y mundialistas en un año que, según él, "ha sido un año espectacular".
"Aquí vinimos con las expectativas altas tras ser campeones de Europa y la presión se notaba un poco, pero hemos convivido con ella y yo creo que era la guinda al pastel que quedaba esta temporada", dijo en declaraciones facilitadas por la Real Federación Española de Piragüismo.
Tras vencer al lituano Arturas Seja y al ruso Evgenii Lukantsov, Garrote reconoció que no puede "estar más feliz".
"Sabía que me jugaba bastante. Yo creo que lo tenía que hacer más que nada por toda la gente que ha estado apoyándome todos los días y, sobre todo, por los malos momentos que hemos pasado mi entrenador y yo. Esto ha sido la recompensa a todo un año fantástico. Estoy muy orgulloso", confesó.
El palista zamorano emuló de este modo a la gallega Teresa Portela, campeona del mundo y de Europa en el año 2002.
"Este año ha sido fantástico. La verdad es que no me lo creo. Lo que he conseguido es muy grande y el año que viene hay que ir paso a paso como este año y muy centrados en lo nuestro", abundó.
El zamorano auguró que 2019 "será un año muy importante". "El objetivo principal va a ser el K1, pero nunca hay que cerrar las puertas a nada y hay que entrenar tranquilos", agregó.