Mateu Lahoz se sincera antes de ir al Mundial: “El móvil de un árbitro tiene menos whatsapp cuando comete un error”
Mateu Lahoz se ha sincerado en una entrevista para la Real Federación Española de Fútbol, donde ha hablado sobre su participación en el Mundial de Qatar. El colegiado español va a arbitrar el segundo en toda su carrera y también ha hablado de la labor de un árbitro. Él asegura que se sigue sintiendo como un niño en una mañana de Reyes en el mismo día que tiene que ir a arbitrar un partido y, además, expresa cómo se siente después de un encuentro, donde todo cambian cuando las cosas han ido mal o bien, como puedes ver en el vídeo que encabeza la noticia.
“Los árbitros no tenemos pasado, pero tampoco futuro. Tenemos presente que es el siguiente nombramiento. Poder tener el arraigo y la experiencia de haber vivido tantos partidos durante tantos años, te forma”, comenta en la entrevista de la RFEF.
Mateu se sincera sobre cómo vive el antes y el después de un partido: “Yo antes de un partido duermo muy bien. Si que es verdad que em acuesto con ganas de despertarme al día siguiente, como si fuera la feria de mi pueblo o el día de los Reyes Magos. Es increíble esa sensación de niño que sigo teniendo. Y después de los partidos, no te voy a engañar. Si ha habido situaciones grises, no controlo los pensamientos. Entonces me cuesta conciliar el sueño. Si ha ido bien, duermo como una marmota”.
El colegiado se sincera sobre si mira su teléfono una vez que termina los partidos: “Me cuesta mirar el móvil después de los partidos. El móvil de un árbitro es curioso, cuando hay error hay muchísimos menos whatsapp”.
Mateu Lahoz, además comenta cómo va a vivir ese segundo Mundial: “Me voy a llevar el libro abierto para vivir cualquier situación porque puede ser la última del mundo del fútbol y no quiero perdérmela”.
⚖️ La FIFA anuncia los árbitros del Mundial de Catar con Mateu Lahoz como único colegiado español principalhttps://t.co/r1KWZiW38T
— ElDesmarque (@eldesmarque) May 19, 2022
Vaya representación española, de VERGÜENZA