Con el próximo Mundial de Qatar a la vuelta de la esquina, vuelven los esperados cromos de las selecciones de los distintos países que participan en el torneo.
Una tradición que hemos vivido todos, sin duda es uno de los momentos más esperados por todos los niños. Ese olor a nuevo característico del álbum de cromos, el intercambio de estampitas en el recreo con tus amigos, pedirle a tus padres dinero para ir al quiosco y comprar más paquetes para conseguir a tu jugador favorito.
Repasamos el recorrido de todos los cromos desde el año 1978 hasta este mismo 2022. Empezando por Argentina, que esta fue la elegida en el 1978 para ser el destino de la Copa del Mundial, que volvía a celebrarse en Sudamérica tras 16 años desde la Copa de Chile.
En sus inicios los cromos no son como los imaginamos. Eran de forma cuadrada, de unos 5 cm de diámetro, con una foto redonda del jugador en el que ponía el nombre y el equipo en el que jugaba en su respectivo país.
Los cromos de la Selección Española del 98' salían en los llamados Gitanitos Ortiz, unos dulces de la época. Y se pegaban en las fichas técnicas que se encontraban en los paquetes de 6 gitanitos. También se podían pegar en unos mini estadios para reproducir las alineaciones de la selección en el Mundial.
Con el paso del tiempo las estampitas se fueron modernizando en cuanto al tamaño de las fotos y su calidad. Pero no fue hasta en 1990 en el Mundial de Italia dónde por primera vez salía el álbum de la marca Panini. Desde entonces esta sería la que crearía todos los álbumes oficiales de los Mundiales.
Para el Mundial de Qatar, en comparación con los primeros cromos, estos son más grandes, llegando a los 8.9 cm de diámetro. A parte en esta última versión aparece la posición que juegan los futbolistas y el país por el que compiten.
Actualmente los cromos son una cultura para muchos países, como en Argentina en donde este año todos querían la estampita de Messi. Incluso agotando todos los suministros del Mundial en todo el país.